Mi disco rayado: Los Secretos / Antonio Vega

Ayer andaba perdido en las calles invisibles de África y alguien dijo una frase mágica: “He muerto y he resucitado” Sshhsss, no se lo digas a nadie, es un Secreto, pensé yo. Entonces salí de aquella cálida habitación y comenzó a sonarme a Secretos por doquier, y por el lado derecho, sin percatarme le adelantó las dos melodías que toda la noche no pararon de sonar… Se repetía en mi tocadiscos una y otra vez al tiempo que bosquejaba dos historias secretas. Historias que guardé para mí mientras mi cabeza daba vueltas persiguiéndola por medio mundo, y no hacía más que echarla de menos “hoy igual que ayer”. Un signo éste que sólo pudo saborear una “Sopa de ganso”. Sonreí entonces porque todo estaba a punto de desembocar en un fin sorprendente, pero absolutamente mágico. ¡¡Sí, pensé en ti!! Y entonces nació mi retoño con una razón subyacente, y es que “confío en que estaré contigo aunque tú no estés”. África inspiró estas palabras al viento, llamó en Secretos a Vega para que me acompañase mientras soñaba para mis adentros… otra vez, ¡por fin!. Ahí estuve yo, amando de nuevo la Geografía, así como a una de sus hijas: la inquieta y compleja “Técnicas en Biogeografía” que me acunó hasta que me acosté a su lado sin saber por qué, escuchando estas dos canciones.

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