Surgió, tan sólo surgió y resulta que no se me va de la cabeza. Se la dedico a la vida en general. A mí en particular. A las ficciones de la vida que muchas veces lo único que hacen es aparecer. A aquella persona a la que nunca jamás podré volver a mirar a la cara. A la que nunca leerá estas palabras. Se la dedico a la cobardía. A las miradas furtivas hacia una libertad yerta. A quien pueda interesar estas preguntas del excéntrico Calamaro. No paró de sonar desde que el sol se fue a dormir y despertaron las hijas de la noche en forma de estrellas.
“¿Cómo? ,¿cuándo? y ¿Por qué?
son demasiadas preguntas para hacerle al destino
a veces estamos finos y otras veces nada que ver
pues hay que caminar antes de empezar a correr”
DIME
Dime por qué al caer la noche aún creo estar asomado a la ventana de los verdes campos por el que caminamos en la oscuridad.
Dime dónde está tu voz para poder escucharla.
Dime cómo puedo volver a volverme loco desde tu sonrisa perfecta.
Dime dónde buscarte, que no puedo hallarte… Y desespero pacientemente por besarte.
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