Hoy estuve en el DNI de mi hija imaginaria.
En esa plaza que tan poco sentido y tanta historia tiene.
Sentí el calorcito tenue del invierno amamante.
Miré como el tiempo finito se deslizaba sobre mi bolígrafo
Pedí a las nubes un juego de azar
que en la próxima esquina estuvieras tú
Dibujé rascacielos subterráneos,
desordené el orden del caos
Quise cerrar los ojos
y verte en aquel banco al lado de la fuente
Pero mi hija me ignoró, no apareciste
Quise buscarte y hacerle trampas al destino
Quise callar mi corazón y negar lo evidente
Quise desdoblarme y volver a ser estío
Más, las letras hoy no te dibujaron
Te soñé en cada milímetro de mi cerebro
Pero la realidad te borró
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