…Vivo en una adolescencia eterna, entre la inmadurez, el egoísmo y la verdad falsa que mejor me calce. Con ello, conquistas y amores que son como estrellas fugaces, brillantes al principio, con un recorrido espectacular, pero al final difuminadas y desaparecidas en el camino. Escribo historias de las estrellas con las que bien podría formar todo un universo de luces, bonito, incluso tal vez logre llenar mi bagaje sentimental con un aparente y relativo buen curriculum, sin embargo eso es algo más que cuestionable. Porque todo eso, al final, cuando no tenga una realidad que echarme a la cara, dejarán claro que sus huellas habrán sido tan exiguas como las dejadas en una playa durante la bajamar. Esas huellas desaparecen y sólo te acuerdas del momento en el que escribiste algo en esa arena mientras esbozabas el dibujo fugaz de lo que bien podría haber sido un planeta, y no fue sino un minúsculo granito de arena más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario