Olvidaste…
Que tu sol era el único que derretía mi hielo
Olvidaste…
Las promesas de un amor incipiente
Olvidaste…
Que el sexo no lo era todo para mi
Olvidaste…
Que el otoño era mi salvavidas
Olvidaste…
Que deseaba una realidad
Olvidaste…
Que los sentimientos no son fugaces
Olvidaste…
Que la belleza no está en las afueras
Olvidaste…
Entrar despacio en mi vida
Olvidaste…
Que un rebelde también puede llorar
Olvidaste…
Que mi soledad era tu compañía
Olvidaste…
El sabor del beso antes de juntar nuestros labios
Olvidaste…
Que me enamoraste a tu medida
Olvidaste…
Que era salvaje hasta que me domaste
Olvidaste…
Nuestra historia
Olvidaste…
El primer día que pasamos juntos
Olvidaste…
A qué sabían los amaneceres a tu vera
Olvidaste…
Las melodías que nos hacían viajar
Olvidaste…
Descubrirte ante mi
Olvidaste…
Qué era lo que en verdad quería tocar
Olvidaste…
Que adoraba necesitarte
Olvidaste… recordarme,
Olvidaste… que para siempre,
nunca es demasiado tiempo para amarte…Y tú me olvidaste
Me has recordado la película " el diario de Noa" muy bonita por cierto..., supongo que la habrás visto...a veces para que dure el amor es necesario recordar lo que te llevo a tal sentimiento!
ResponderEliminarSí, vi la película. Es fantástica, una de las imprescindible en su género. Por supuesto que para que dure el amor una receta, digo yo, imagino, que será siempre tener presente lo que sucedió para que estallara ese Big-Bang. Lo que pasa es que a veces se obvia, nos contradecimos o vete tú a saber, cada historia es un mundo metido en una galaxia sublime que hay que intentar salvar siempre que se pueda
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