Simulacro altruista

Cabalgamos una semana más a hombros de este su curso de ‘ética periodística’ rescatando añejas buenas ideas para su entretenimiento y goce. Sí, ya sé, suena de lo más comercial y esas cosas, pero de alguna manera se ha de comenzar. Me lo pasé tan bien la semana pasada que ayer, tras leer algunas noticias no pude evitar volver a hacerlo, aunque desde otras perspectivas. En el curso de hoy repasaremos los que algunos buenos señores que nos gobiernan han dicho y hecho por el bien común sin que ello suponga una rémora en su vergüenza o falta de ésta. Comencemos pues. El pasado lunes, en el Diario de Avisos pudimos leer el siguiente titular:

 

“Manuel Fernández defiende la ‘despenalización’ de la vida pública”

 

En la noticia, el secretario autonómico regional del Partido Popular hablaba de una reforma judicial para que los defectos en la planificación (ordenación del territorio) no deriven en delitos penales (cárcel). Este buen señor decía que “cualquier defecto de forma en la tramitación municipal suspende el plan y puede acabar con la imputación de todos los miembros de una Corporación” (Ayuntamiento, por si acaso). Ante esta noticia y lo leído en otro rinconcito de esos libres y frescos que te ponen todo en bandeja de plata para entenderlo, no pude por más que quedarme desordenado por dentro. Yo no sé por qué se andan con chiquitas, porque puestos a ser un don Caradura, podría haber dicho algo así como:

 

Manuel Fernández: “Los que hacemos la ley tenemos derecho a hacer la trampa y no pagar por ello”

 

Pero si se pretende dar un giro mortal de necesidad y demostrar su valentía o falta de esta, por desgracia, el secretario autonómico del partido de derechas, sin tabúes algunos podría haber dicho:

 

Fernández: “Nosotros, los políticos corruptos, somos unos incomprendidos”

 

Pero claro, esto sólo podría suceder en nuestros sueños, porque ninguno tendría la cara de decir estas cosas… ¿O sí?

 

Pues sí. Algunos tienen todo su “tolmo” (como diría el concejal de Seguridad Ciudadana y Fiestas del Ayuntamiento de Santa Cruz hablando como lo hizo de los “godos” –me da una vergüenza enorme ponerlo, pero es ilustrativo para el caso-) para decir abiertamente “lindezas” y se excusan por tener un micrófono abierto. El caso de Esperanza Aguirre, esa probe mujer está jarta de pedir por las calles. Recuérdese que esta probe fémina de hoy día dijo que con sus más de seis mil euros mensuales no llegaba nunca a final de mes. Pues bien, este probecito ser humano declaró que

 

“El nuevo impuesto lo pagará Bono, porque yo soy pobre de pedir”

 

Por si no lo saben, estos días se está hablando de que los que más riquezas poseen, paguen más impuestos. Algo se intentó años atrás con la subida del IRPF sin éxito porque ya se sabe lo generosos que son los que más tienen. Pero esta buena mujer es tan considerada que se tiene por altruista, tanto, tanto, que ha dejado esta perla. Horas más tarde, la presidenta de Madrid pedía perdón por decir que era “pobre de pedir”. Porque claro, como se suele decir en estos casos, todo el mundo se imagina a la probe Esperanza como cualquier cajera de supermercado, o incluso, como aquel vagabundo alemán al que Manolo Lama “agasajó” a base de limosnas (estoy verdaderamente abochornado). ¿Hasta dónde llegaremos?. Oye, hay que reconocer que aquí los periódicos estuvieron despiertos para captar el momento. Pero es que la probe mujer no es la primera vez que tiene un desliz. Al leer esas noticias, se me vino una canción a la cabeza:

 

Pero oigan, que las cosas están cambiando, y no sólo para los funcionarios, si hay gente máaaah bueeena, que se están viendo a personas altruistas haciendo un esfuerzo denodado para dar ejemplo. Uno de estos individuos es el gobernador del Banco de España, quien, según publicó ayer el diario 20 Minutos “se baja el sueldo un 15% para pasar a cobrar 165.000 euros”. Este titular me dejó triste, muy triste. Me dio una pena del pobre hombre. “Sólo” va a cobrar esa limosna. Se me ocurrió una visión “Juevista” (de El Jueves) y titular tal que así:

 

Título: “Fernández Ordóñez sacrifica su yate en la costa para solidarizarse con los parados”

Subtítulo: “El máximo mandatario del Banco de España señaló que ahora, sin él, se siente vacío por dentro”

 

Pero como yo soy mordaz hasta decir basta, iría más lejos y me daría para escribir algo así como: El pobre gobernador regala al Estado 30.000 euros a la crisis. Pecata minuta para alguien que rondaba los 200.000 euros de sueldo al mes. Si es que ya se sabe que los políticos y los ricos, son personas del todo incomprendidas. Son como ese animalillo con la pata rota, como Bambi sin su madre, hay que tenerles comprensión y empatía.

 

Anda y que les den. Pues no. Vamos a hablar sin ironías ni tapujos. Pues se lo debiera bajar un 50% como poco. ¿Sabe este hombre cuántas personas se salvarían con una vacuna o con comida con la mitad de lo que cobra al mes en África? ¿Sabe este pobre señor lo que es la miseria? Siento la demagogia absoluta, pero me pareció cínico e indignante. Así nos va en el mundo.

 

Bien visto, este ha sido un simulacro de curso de ‘ética periodística’ aunque en el día de hoy diría que lo voy a dejar en curso de ‘ética’ a secas, humanidad o falta de ésta. Hasta la vista a la espera de otro brote de inspiración mejor que este. Y no olviden ser tan altruistas como este señor, tan comprensivos como Aguirre, y tan transparentes como el señor secretario autonómico regional del Partido Popular (y que de gracias que lo trato de señor). Hasta la próxima.

PD: Menos mal que Mafalda lo entiende todo.