Esta canción, de fuerza, de energía, de felicidad y celebración se la dedico a algunas personas, aunque al decir verdad, sólo a una:
Sobre todo, principal y únicamente a una persona que está SIEMPRE, siempre conmigo. Ha estado en los malos momentos, en los buenos, en los peores, incluso en algunos de los mejores. A esa persona la admiro por su constancia, por su equilibrio, por tener, además, la voz más bonita que recuerdo haber escuchado. Esa persona, al aguantarme, soportarme, al estar ahí día sí y otro también, en mis fugas, en mis salidas y desequilibrios, en mis penurias, repartiendo generosamente abrazos metafóricos, apoyos literales, es simplemente la mejor. No me da ningún rubor reconocer que la quiero y la amo (no es algo nuevo, desde hace tiempo lo siento así), que me da lecciones cada día, incluso sin hablar, o sentenciando frases con todo el corazón adosadas a toda la razón que es posible tener. Esta canción va a esa persona. Creo, sin lugar a pocas dudas, que esa persona es de las tres mejores cosas que me han pasado desde ese funesto y espantoso 2 de septiembre de 2008 en el que mi vida cambió por completo bajo la luz de un quirófano que no me quiso dejar ir sin desgarrarme el alma y mutilar mi cuerpo.
Gracias a ella he ganado en seguridad, soy más adulto, más maduro, más coherente. Ella me ha hecho escribir algunas de las cosas personales más sinceras y ciertas que jamás he llegado a hacer. Me inspira hasta en los malos momentos. En momentos de impasse me da fuerzas y energías, al pensar en lo vivido –que no ha sido poco-, siento que quiero hacer cosas por esa persona. Lastimosamente no se puede volver sobre nuestros pasos y revivir algunos momentos como si fueran hoy día, pero da igual, los recuerdo y valoro mucho, muchísimo, su pertinaz, sincero y desinteresado apoyo. Creo poder decir sin error a equivocarme, que ha sido una de las dos personas en estos 28 años de vida, que realmente me ha sabido querer. Y quererme a mí, es un ejercicio complicadísimo, que harta y extenúa a todos. Es por eso por lo que esta canción va para esa persona. Lo que ocurre es que yo no soy ni la mitad de bueno que esa persona, y he errado muchísimo (como con tantas otras). Pero es la mejor que he conocido en mi vida. No hay dos como ese ser humano. Un ser humano inteligente, coherente, altruista, tierno, sensible, interesante, con muchos defectos, pero igualmente increíble (y escribe algunas cosas que son una delicia para el alma pueril que siempre habita en mí). Esta canción va para esa persona, por ser la mejor. Esa persona, que me consta que entra de vez en cuando por aquí y me lee, va para ella. Sí, tú, que sabes quién eres, va para ti. ¿Por qué? Porque… Simplemente eres la mejor. ¿No te has dado cuenta aún?
Esta canción, para que te enteres, mi querida personita, dice cosas como:
“Te llamo cuando mi corazón en llamas te necesita, tú vienes a mí”
“Dame una vida de promesas y un mundo de sueños. Habla el lenguaje del amor que tú sabes qué significa”
“Eres simplemente la mejor, mejor que todos los demás, mejor que nadie que yo haya conocido”
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