Rollito ochenta

La semana pasada de sopetón me sobrevino una vena ochentera fantástica casi por inercia. Estas canciones son de otra época, no es que sean de esas añejas que de vez en cuando rescato, aunque bien podrían ser a estas alturas…démosle al menos una década más para que acabe de germinar. Y comoquiera que ando con un jaleo que ni pa qué contar, esto de la música me relaja.

 

Esta primera canción de Withney Houston es de su buena época, cuando los hombres no le daban caña, cuando no se drogaba o suspendía giras casi por completo. Lástima en lo que acabó convirtiéndose, pero sus inicios no pudieron ser más prometedores. Y esta canción bien podría ser un himno de aquellos ochenta tan fantásticos, ricos y exquisitos musicalmente. Nunca podré olvidar a Withney Houston porque fue la primera que me hizo llorar con una canción, la banda sonora del guardaespalda, además una de las dos o tres primeras películas que vi en el cine… y que hace siglos que no veo. Además, ahora que lo pienso, al igual que Withney, yo también “quiero bailar con alguien” y celebrar, por ejemplo, el estío.

Withney Houston – I wanna dance with somebody (1987)

 

Ahora pongo algo cañí del reino. La Luz Casal más cañera de lo que nadie recuerda, la más loca. Cómo mola. Recuerdo con esta canción a una mujer discreta que ha sido noticia esta semana por un nuevo cáncer de mama. A Luz la recuerdo sobre todo por las baladas, algunas inolvidables como “Negra sombra”, “Entre mis recuerdos” y sobre todo “Un año de amor”, ésta última, en mi humilde opinión, su mejor tema. Pero la melosa habitual y con aire lírico, con esta canción demostró su ‘camaleonismo’ e hizo su contribución a esos irrepetibles años ochenta musicales. A alguna persona ya se lo he dicho, pero me viene al dedo también, ya que me reconozco auténticamente loco. Loco, loco, loco.

Luz Casal – Loca (1989)

 

Siguiendo en el reino, otra canción muy de la casa. El tema de Luz Casal hizo que recordara por inercia otras como la de Coke Maya y sus Ronaldos (cuando ningún futbolista tocayo monopolizaba portadas de diarios deportivos). La recuerdo de cuando tenía siete añitos. Fantástica canción, el niño adolescente algo pijo-rebelde que pide dinero a papáh y mamáh. Pero Coke y sus Ronaldos hicieron años más tarde, ya en los noventa, otra muy pegadiza, “Idiota” con su graciosísimo estribillo: “eres un idiota porque nadie te la toca”… y a continuación una expresión de sorpresa con una sonrisa de incredulidad de aquel que escuchaba semejante zafiedad. Y no, no me siento nada identificado con nada que tenga que ver con esta canción (por si acaso).

Los Ronaldos – Adiós papá (1988)

 

Como yo siempre he sido de música latina o en español, el rollo ochenta me marcó cuando aterricé en territorio españolito. Fue por eso por lo que la música encajó perfectamente y se me incrustó en las venas, en el cerebro. Así que el rollo ochenta le sigue una de las más escuchadas y cantadas en karaokes (que ya quisiera yo…). Aún recuerdo como al escuchar el principio de la canción me ponía a cantarla (y a cambiarle la letra, ‘evidentísimamente’) y fue una de mis canciones de la infancia. Sí, así de rara fue mi niñez. No me contaban cuentos de niños y escuchaba demasiado a menudo canciones de amor (y peores cosas…). Qué puedo decir, si es rollo ochenta, esta canción no ha de faltar en mi discografía personal. Y ya me estoy pasando con este post, pero es música y me pierdo. Al contrario de la anterior, de esta canción creo que podría suscribir desde la primera a la última palabra frase o intención.

Danza invisible – Sabor de amor

 

Pues sí, esta canción que va a continuación me acompañó en la infancia. Durante lustros y lustros enteros no supe qué narices era un maldito Simca mil, y ni hablemos de eso de hacer el amor, que sonaba tan bien, pero que yo, como chico tímido que era, no era capaz de preguntar. A mí de pequeño me tapaban los ojos cuando en una película se daban un simple beso. Así todo, esta canción me convenció porque sonaba muy divertida y ver a los Inhumanos en la tele era un show digno de disfrutar. Iluso de mí, en aquel entonces (ni los muchos años que le siguieron) no sabía lo que aproximadamente dos décadas después sí averiguaría con eso tan fantástico que algunos tienen a bien llamar empirismo.

Los inhumanos – Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000

 

Y alguito más relajado para el final. Esta es de la eterna Tina Turner con un temazo íntimo, personal pero con la garra que siempre le puso en cada canción. Me encantaría dedicarle más espacio a esta entrada, pero durante las próximas semanas estaré a tope. Aún así, lo poco que me calma y me hace evadirme de mis responsabilidades es la música. He gozado una barbaridad escribiendo, recordando y escuchando estas canciones. Espero que los que accedan a este blog también se hayan sentido tan bien como yo. 

 

Y se me quedan muchísimas más canciones que podría poner, pero así, de sopetón, golpe y porrazo son las que se me vinieron a la cabeza de repente. Prometo repetir y alargarme más. (Sí, es una amenaza). PD: El vídeo de youtube de Tina Turner de esta canción no tiene desperdicio ninguno…QUÉ PELOS, QUÉ ANDARES…QUÉ CHULA¡¡¡ mE eNcAnTa.

Tina Turner – What’s love got to do with it (1984)

4 comentarios:

  1. Creo que de las que has puesto, me gusta más la de Los Ronaldos :)
    Qué gusto da escuchar música de los ochenta. Bueno me tira más de los setenta, pero vamos, un placer!

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  2. Me alegro de que te gustara. Cada década tiene sus cosas buenas, en los 70 también hubo grandísimas canciones, y entre ellos estuvieron mis venerados y admirados por siempre, siempre, jamás, los beatles. Lo mejor de la música es que siempre tiene un momento, un hueco, siempre tiene cabida y casi siempre gusta.

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  3. Los ochenta que época, creo que ha sido la época más creativa de todas las que ha tenido la humanidad, salieron numerosos movimientos musicales y cultirales.
    Encima junto con los 70 y el funk, has tocado mi otra época preferida, se agradece.
    La de los inhumanos que frikada!!

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  4. Y las hay peores: "Manuel, no te arrimes a la pared", entre otras muchísimas. Viva la música

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