A la piscina con los huesos rotos


Ser simplista no es lo mismo que ser simplón… ¿o sí? No lo sé. Tampoco sé por qué comenzar así. Quiero decir cosas sin simplificar demasiado. Hace una semana estaba pletórico. Dos días después la balanza se declinó hacia los suburbios. El jueves bajé al habitual averno. El fin de semana me lamí las heridas. Hoy dije lo que tenía que decir y me sentó de maravilla. Mañana…será otro día. Dentro de una semana diré: “No valió la pena”. Pero el caso es que, sea como fuere, ahora estoy en un limbo. Extraño limbo. Ni en el bien, ni el mal. Ni en los vivos, ni en los muertos. Ni en los triunfos, ni en los fracasos. Es una senda extraña ésta la que se pone ante mí. Excitante, desde luego. La posibilidad de ganar o perder todo a una carta. Igual en dos meses estoy tocado, hundido y sin nada de nuevo. Puede que fracase en mi objetivo de acabar mi carrera. Puede que mis sentimientos se vayan al sumidero, que no haga el máster, ni la tesis, y tenga que volver a improvisar.

O puede que sea Licenciado y cumpla mi sueño de los quince años. Y es posible que se me abran las puertas del Máster de mis sueños. Que vea mi Tesis doctoral más cerca. Incluso, llegado al caso, hasta mi vida amorosa se reconduzca –de esto ya, tengo muchas más dudas-.

Lo que sí puedo decir es que la ansiedad, los nervios, las ganas, le han ganado totalmente la partida a mi cabeza. Soy un manojo de pasión, descabezado, ‘corazonado’ y con graves problemas de concentración. Qué difícil es mantener la calma cuando estás cumpliendo tu sueño, estás a punto de tocarlo, de palparlo. La tensión es máxima. Dormir es casi un ejercicio complejo.

Pero no nos engañemos. Hoy estoy bien porque de nuevo, después de mucho tiempo, he vuelvo a tirarme a la piscina…aún estoy cayendo, no sé si habrá o no agua. No sé si el chapuzón será o no agradable. No lo sé. Pero me imagino cayendo mientras grito sobrecogido de emoción esperando que al final de esta caída universal, casi inacabable –aunque acabará en no más de tres meses-, no sólo haya agua, sino que sea la mejor agua que nunca jamás haya sentido mi piel.

Es imposible explicar para mí el manojo de emociones que estoy sintiendo. Mis sentimientos es un bosque frondoso donde navegar, orientarse… o perderse probablemente. No sé mañana, pero hoy, dormiré de camino a esa piscina… Ya que tirarse a la piscina es de valiente. Y cuando te has convertido en un timorato porque te has roto tus huesos en otras caídas, volver a lanzarte no sólo es un ejercicio de valentía… es algo más. Son arrestos, agallas. Si pudiera desdoblarme mi otro yo le diría al otro: tío, eres la persona más valiente que he visto.

Porque hay que ser valiente para ir de frente y decir las cosas claras. Que me enorgullezco de ser como soy. Un friki de mi carrera, por la que proceso una gran devoción. Que no me voy con cualquier mujer porque yo tampoco soy cualquier hombre. Que me encanta sentir amor, y que lo sientan por mí. Que no me llena los sentimientos vacuos. Que no ser como todos los chicos que se acuestan cada semana con una mujer diferente no me hace menos que otros, me hace ser yo mismo y que como digo, me gusta ser así. No regalarme, no rebajarme en mis principios, respetando a los demás.

Esto que puede parecer extraño es un ejercicio de autoconfianza habida cuenta de los terremotos forzados por un entorno que ve en mí un gran defecto por no ser como el resto. Aspiro a seguir siendo yo mismo… pero cada día mejor. Y quien no me quiera así… ellos se lo pierden, desde luego. Veremos qué cara habrá de nuevo en unos días, en una semana…o en tres meses. Conmigo, nunca se sabe….nunca se sabe. 

2 comentarios:

  1. Alguien me dijo: "Ámate a ti mism@ todo te irá mejor" Es una tarea complicada, pero me imagino que cuando te aceptas dejas de cuestionarte quien eres y dejas que todo fluya, sin intentar ser otra persona, sin intentar agradar a los demás antes que a ti mismo, dándole a los demás y a la vida lo que quieres que te devuelvan. Con positividad, con alegría, con pasión, siendo egoista si es necesario, no permitiendo que situaciones, sentimientos o acciones que no controlamos nos arrastren por el fango o nos lleven a los infiernos. La vida es así... intentamos comprenderla sin manual de instrucciones.
    Un beso
    PD: Muy buen texto...

    ResponderEliminar
  2. Hola Anita. Con mis cosas, y de forma complicada, pero creo que he aprendido bien a quererme... por lo menos a hacerlo mejor, como dice una canción. Sí que vendría bien a veces un manual de instrucciones. Se nota, no obstante, que se respira un aire diferente... ya queda menos Anita, ya queda menos...

    ResponderEliminar