Demasiado calor para tanta importancia

Detesto estar a 40 ºC. El viento tan caliente que abrasa. Esta semana estoy de aires retros. Vivo en una paradoja tan increíblemente dañina que parece que por momentos podría producirse el big bang de mi vida (ojala). No me ha importado que me hayan quitado mi cuenta de Facebook. A fin de cuentas también me han robado decenas de cuentas de e-mail...y unas cuántas más, también me han robado el corazón...más importante esto último, dónde va a parar. Estoy realmente muy, muy, muy (x1000) agotado. Entre unos y otros me han absorbido todas las energias. Cuando te pones a dar sin calibrar o sin un baremo, ocurre que en demasía acabas cayéndote. Eso es lo que me ocurre.

Quedan exactamente dos semanas para el que es, probablemente, el examen más complicado de mi vida. Si todo saliera bien, supondría el PENÚLTIMO de mi carrera como estudiante en la Universidad. Y no es cualquier examen, me juego no una, ni dos, sino tres asignaturas. Si lo apruebo todo lo que he hecho desde septiembre habrá valido la pena. Es una asignatura anual consistente en tres partes. Para sacarla hay que aprobar los tres parciales. Yo ya tengo aprobado dos, ahora me queda el último. Si suspendo tendría que ir con todo a un examen final. Es decir, suspender esta materia supondría que todo lo que he hecho desde septiembre no habría valido la pena, ni el esfuerzo, ni las horas, días, semanas, meses de trabajo y estudio no habrán servido de nada. Si hoy fuera septiembre y hubiera tenido días y semanas de descanso, estaría con todas las ganas y fuerzas del mundo. En este momento literalmente me cuesta mantenerme de pie...sobre todo con estas olas de calor que me hacen agonizar.

Si me licencio, para ese día quiero aire, mucho aire fresco, nubes, muchas nubes -y si son grises, mejor-, unos 15 ºC estaría bien, y ya si llueve de forma torrencial sería PERFECTO. Pero como eso no ocurre en Canarias en junio...pues sea como sea que esté el tiempo será inolvidable.

Llevo desde el jueves sin parar de hacer trabajos, y más trabajos...y lo que me queda. Lo peor de todo es saber que si acabo, se acabará un ciclo, no tendré posibilidades de beca, ni de seguir estudiando y tal y como están las cosas, ni de trabajar. Ante un panorama tan desértico, lo único que me puede suponer un alivio es cumplir el objetivo...tarde, pero cumplido. Luego vendrán las divagaciones, las hostilidades anímicas y demás. Ahora hay que buscar la inercia de seguir por seguir, aunque sea sin fuerzas, hay que seguir...y como decía, esta semana escuchando canciones de hace 20, 30, 40 y 50 años que tanto bien me hacen. Esta canción que pongo sonó precisamente anoche...Me trae TANTÍIIIISIMOS recuerdos de mi infancia...de otra vida, otra diametralmente opuesta a la actual. Me hace querer volver a soñar, incluso me hace que quiera volver a creer en el amor...


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