Es tan complicado pero al mismo
tiempo tan sencillo vivir aquí que creo que se me haría más necesario vivir más
aisladamente. ¿Sería posible? Este es el lugar más lejano que conozco en el que
menos necesito y menos gasto tengo. No debo caminar mucho para ver a alguien,
realmente no hay una calma sensu stricto, pero a mí me vale, y comoquiera que
soy experto en aislamiento por haber estado gran parte de mi vida en Islas, se
me hace muy fácil crear mi propio Principado. Este Principado tiene minúsculos jardines
donde en las épocas de lluvia está verde, en el estío se seca y todo se vuelve
amarillento. Hay un aguacatero y un duraznero. A unos dos minutos de aquí en
verano se pueden coger cientos de moras. Colindando con mi casa tengo ciruelas,
uvas, limones y verduras varias. Puedo cogerlo con casi total libertad. Aunque
para el resto de los habitantes aquí hace demasiado frío en verano, a mí me
parece espléndido, en invierno sienten mucho frío, pero yo siento frescor, el
clima ideal para sentirme dichoso. Climáticamente es un lugar ideal. Pero en
este estío que paso en este lugar alejado mis vivencias carecen de importancia.
Pienso: ¿tiene importancia mi yo? ¿Habré hecho algo de valor?
No soy Thoreau, ni Wittman, no
soy bueno en nada, en absolutamente nada, soy una bana persona y aquí intento
averiguar qué camino andaré y quitar de mí ese absurdo vértigo que me produce
el haber llegado, sin haberme dado cuenta, a cumplir algunas de mis metas. Más
me planteo, ¿y ahora qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario