Soy como una hormiguita


Gracias a las experiencias sé lo que me está pasando. Ese agujero, esa oquedad que queda después de acabar los estudios en el que te das cuenta de que en realidad no eres nada sin esos estudios. Que alcanzar la meta no es más que un paso más del camino. Podría estar eufórico, contento, feliz. Pero existe una máxima en mi vida, un continuo: cuando logro un éxito alguien me baja a las malas a la tierra. Siempre hay alguien que me hace sentir culpable, que me hace ver lo poco que soy, lo patético de mis logros. ¿Creerlo? Lo peor o mejor no es creerlo o no, lo peor es cuando la argumentación es tan fina y elaborada que no tienes más remedio que darle la razón. Es entonces cuando te das cuenta de lo absurdo que eres. Porque lo que has logrado, ¿Para qué sirve? Sirve de orgullo personal, pero no sirve para ayudar a nadie, para conseguir que puedas irte a los confines del mundo y dejar de escucharlos a todos. No sirve para reivindicar nada porque eres pobre materialmente e intelectualmente… te hacen ver lo poco que eres. Lo insignificante de tus conocimientos. Y sin mi Geografía, ¿Qué soy? Nada, sigo en el mismo inútil sitio. Sí, vale he cumplido un sueño. Un gran sueño, pero maldices, como maldigo yo a esos personajes que no te valoran nada, que no te abrazan y te “homenajean”. Te esperas eso, pero nadie le da valor alguno. Alguien me dijo y me ha repetido que no haga caso a los demás, que me ocupe de mí. Igual sí que soy alguien que escuche en demasía a los demás, sobre todo cuando esos “demás” son muy amigos o muy familia. Entonces te das cuenta de que no naces donde quieres, sino donde te toca. Te debates entonces entre tu orgullo y tu satisfacción y esa caída súbita a la realidad. No te dejan soñar, no te dejan recrearte en todos tus esfuerzos y disfrutar de ese aire fresco. Alguien te cortó las alas. El problema no es tener esas alas, el problema es que esas alas en realidad eran pies, y si te quitan los pies, no puedes andar y te quedas impertérrito. Así estoy yo.

Anoche tuve un sueño. Fue un sueño inmejorable. Quizá cargado de ego, pero me encantó. Soñé que cuando llegara a acabar mi carrera, las personas más importantes de mi vida se reunían, me sorprendían y me gritaban: “Licenciado, Licenciado” y “Will, geógrafo, cojonudo, como tú, ninguno”, entre otros vítores que no alcanzo a recordar. Sé que eso nunca ocurrirá pero soñarlo fue bonito. Al menos sé que yo sí lo haré y me dará igual lo que pase mañana, no permitiré que nada ni nadie me diga: “Deja de hablarme de ti y de tus logros que yo también tengo problemas”. ¿Es que yo no merezco mi minuto de gloria? ¿Es que no merezco gritar y que con mi alegría, otros se alegren? (esa es una de mis misiones). Y sin embargo veo DE NUEVO, que mis logros son metidos en un saco sucio y banal que no vale ni medio céntimo en el mercado de los esfuerzos humanos. No me parece justo.

Estuve pensando antes en hacer un manual para hundir a alguien tras haber sacado un curso difícil y se me ocurrieron algunas cosas:
-Infravalorar tus logros
-Que la experiencia de otros la extrapolen a ti diciéndote lo inútil de tus esfuerzos.
-Decirte: Me harta escucharte hablar de lo tuyo.
-Hacerte ver lo estúpido que eres por alegrarte por ti mismo.
-Querer que veas que en realidad eres un estúpido.
-Hacerte ver que cuando pase un año, lo conseguido, nadie lo recordará y que olvidarás lo aprendido.
-No apoyarte cuando has tenido problemas y hacerte ver que los tuyos, no son “problemas”.

Y podría continuar a tenor de una conversación que tuve hace poco con un amigo que como decía una ex, “tiene una pedrada que pa’ que”. En esas sigo pensando en el mejor camino para quitarme de encima viejos fantasmas, borrarlos y tratar de transigir más en lo que a los demás se refiere. Sin embargo es complicado estar como estoy actualmente –vamos a llamarla, situación X-, e intentar pensar y profundizar por mi mismo. Como siempre, es complicado, he de buscar mi lugar.

No obstante sí que hay algo que tengo muy claro en estos momentos. No quiero saber nada de relaciones con mujeres. Puedo en muchos momentos emperrarme de alguien, lo he hecho, no lo voy a negar, pero eso ni es amor. Realmente mi corazón está aún exánime. No estoy preparado para nada. Como dice una canción, estoy “Cerrado por derribo”. Y comoquiera que ese sentimiento desde la cabeza que es el que marca la posibilidad o no, está totalmente displicente. Lo que busco es hablar, es conocer, es que surja algo sin que tenga que pasar nada. Si alguien me llegase a decir que le gusto o algo parecido, creo que me acojonaría tanto que me afectaría. Mi cabeza no está preparada, tiene aún demasiadas trabas, aún hay sentimientos del pasado, lazos invisibles e ideales de alguna que otra mujer difíciles de romper. Las comparaciones son odiosas y no quiero llegar al momento de comparar aunque sea sin quererlo. No sería justo para nadie y creo que, como me ha ocurrido, acabaría abatido a tiros por los balazos que mi cabeza ametralla cuando se produce un desencuentro amoroso. Vamos, que sufriría. Y no quiero sufrir de ninguna de las maneras, ni enamorarme yo –que no lo voy a estar a corto plazo- ni que nadie lo haga de mí, pues la que lo haga con toda probabilidad no conocerá esa “metralleta” que tengo por corazón y esos misiles del corazón que pueden ser tan destructivos.

Esto no significa que haya dejado de ser un romántico, no significa que mi esencia haya desaparecido. Significa que está de momento subyugada por personas que han enterrado parcialmente a esa efigie tan grande que domina todo mi ser. Un ser, por otro lado que se ha visto obligado a darse de baja en ciertos aspectos de la vida. No obstante, que nadie se lleve a engaños. Me siento orgulloso por estar donde estoy, por estar como estoy. Sabiendo que estoy en un 4, en una escala del 1 al 10, dentro de ese 2, estoy al 80% por cierto, es decir, que estoy a poco de llegar al aprobado. Cuantificar el estado de uno es ciertamente absurdo y sobre todo cartesiano, pero me sirve para conocer las facetas cualitativas que necesito. Y creo que estar así en menos de un año de los acontecimientos vividos es un rotundo éxito en lo personal. Pero me sigue dando pavor acercarme a una chica, me da miedo todo lo que tenga que ver con un acercamiento sentimental. Pero como decía otra canción, “soy como una hormiguita”, voy poniendo poco a poco granitos y…¿quién sabe?

Más, de momento las dos féminas y sus figuras que colapsaron todo lo mío el pasado año pesa muchísimo y están haciendo una sombra alargada. Tanto, que un simple contacto significa mucho, pero lo llevo mejor –depende también de las circunstancias y del día-. Al menos sus apariciones han sido llevadas con buen tino por mí, sobre todo con precaución y hermetismo o incluso cierto engaño. Porque como dice otra canción “No me fío”. En general me cuesta fiarme. Por eso una relación ahora mismo es imposible, porque no miraría el día a día, sino las proyecciones del futuro. Y eso es un craso error, pero no reconocerlo sería estúpido, y no verlo o asumirlo sería además de estúpido, de ciegos. 

5 comentarios:

  1. Te entiendo, tú ya conectas amor con sufrimiento, así que da miedo regresar a esa vorágine de las relaciones sentimentales, sobre todo al no haber cerrado a la anterior. Es duro cuando se sigue sufriendo.
    Mejor que descanse... digo tu corazón, que cuando se sienta preparado ya te dará un aviso, ya verás.
    Al principio del texto me has recordado a mi hermana, ella tuvo un sueño pero no como el tuyo, al revés: estaba en una entrega de diplomas y a ella nadie la llamaba, nadie le daba el diploma, decían su nombre pero no había para ella, no había reconocimiento, luego era una entrega de trofeos y también se quedaba sin el, supongo que es por pensar que los demás no te valoran como crees que deberían. No sé si creer en la psicología de los sueños.
    Es muy fuerte ese manual, es como un arma de destrucción, ay que mal.
    Un abrazo
    ;)

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  2. ¡Hola, abrazos desde Barcelona! Conozco tu blog a través del de Ana, me gustó el título "ficciones vitales" Se ve que hace poco que volviste a escribir.
    No quiero ejercer aquí de la psicóloga que soy aunque la tenga en el dique seco desde hace muchos años, pero no me puedo callar. Que no te de miedo a leerlo puede que te ayude en algo.
    Por lo que parece en el artículo y otros de hace más tiempo hay una o varias mujeres que te han dejado herido, centrémonos en esto solo, porque en otros citas que otras personas también que te han dejado tirado. Esa herida no se cierra porque sigues insistiendo sobre ésta. Resumiendo solo se me ocurren dos situaciones, además se que éste no es el sitio y estoy más que segura que me lo dirás.

    1: Si la relación amorosa se ha roto, pero mantienes una amistad muy clara y duradera, aunque ya no exista ese vínculo de amor, debes dejarte de pensar en cómo pasó todo y si hasta ahora te has sentido con fuerzas para continuar, debes respetar su decisión, el que lo respetes es muy importante, seguir adelante pero como amigos y no intentar pasar la barrera, eso demostraría madurez plena.

    2: Pero si NO has mantenido una relación positiva de amistad real después de que la relación se acabara, me refiero a si saben de tu vida y tu de ellas, salen juntos y demás, si te has preocupado por ellas, no veo la razón que tienes para torturarte queriendo alcanzar lo que ya está perdido. Si el hilo de relación no existe o es escaso no deberías forzar situaciones dejando que todo siga su curso, si tu o ellas no están en ese curso no gires y cambies de rumbo porque lo único que conseguirás es crear es sufrimiento, odio y dolor en ti, en ellas y en el grupo de amigo de ambos. No te abandones a la pesadumbre, los malos momentos siempre terminan marchándose. Esto también sirve para la gente que te han dejado tirado, no fuerces situaciones y pasa de todo ello, si lo han hecho déjalo así. Olvidar es difícil, pero si lo que haces es recordar y no querer pasar página siempre te quedas en un punto de no retorno, terminarás por ir a una clínica y te atiborrarán de pastillas que tienen el mismo efecto que dar un paseo, escuchar música placentera, viajar; en definitiva distraerse, obviar los malos momentos. Lo normal en estos casos es no frecuentar los lugares donde están estas personas, pero cada caso es diferente. Esta situación es muy típica, no eres el único, tuve pacientes así en su tiempo. Es muy común en los amoríos de adolescencia, y tu seguro que eres joven y tienes tiempo por delante, 45 seguro que no tienes.

    Siento decirte todo esto y por no identificarme como es debido pero no tengo cuenta en google.

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  3. Ana: No sé si entrelazo amor con sufrimiento. Igual sí, pero de manera general siempre he creído que de alguna manera toda clase de amor produce un sufrimiento: la madre con su hijo, el hijo con su madre, los amigos entre si, las parejas. Hay cosas buenas, casi inmejorables, pero siempre hay un punto de sufrimiento. Soy de la partida de que depende de la balanza, si la felicidad o la dicha es mayor que el sufrimiento, la relación es sana pero todo depende siempre de la madurez sentimental de cada uno de los “actores” en la relación social. El manual fue Light, se me ocurrieron luego más cosas, pero sí sé qué es lo que no hay que hacer cuando alguien está en el cénit de su alegría y no estropearle lo que, con tanto empeño y sufrimiento ha logrado. Es mejor callar y disfrutar con su felicidad, que apagar la llama del entusiasmo.

    Raquel: Ante todo muy bienvenida a mi humilde blog. Gracias por leer mis banas palabras y por el aporte tuyo. ¿Si es el sitio? Mientras seas respetuosa, éste es el sitio ideal porque es como una parcela de mi vida en la que tengo todo: música, ideales, vida, relatos, etc…. En efecto, tras un largo período de hibernación volví a la escritura que, por otro lado, tanto me ha dado y quitado a lo largo de la vida. En general el amor me ha tratado mal, aunque a veces como en esta etapa quiero pensar que al menos he vivido los amoríos de una manera pasional, intensa y que puedo decir que lo he dado todo y en ese aspecto creo que es algo maravilloso, sin embargo, cuando de todo ello logras de conclusión que te ha tocado perder demasiadas veces o que has obrado mal, no te queda por más que sentirte un poco…fuera de lugar, herido y con pocas ganas de intentarlo aunque subyace en el fondo una ¿estúpida? Fe ciega. Más que insistir en ella, quiero tratar de cerrarlas del todo para no incidir y no recordar. Ojala hubiera un borrador de cosas malas y que quede en tu memoria fechas, que no queden cosas dentro de ti que hagan recordar a esas mujeres. Ojala. En este momento la situación es de querer avanzar, ¿hacia donde? Hacia un lugar donde no exista vacío y una caída. A ello han ayudado la “situación X”. He de decirte que no es ninguno de los dos casos o ejemplos que pusiste. En estos momentos no tengo contacto alguno con ellas porque, en un caso lo decidí y en otro caso me “obligaron” tomando una decisión unipersonal y sin consulta, lo cual hace del dolor algo frustrante. Obviamente no somos amigos, uno porque una no quiso, la otra porque fui yo el que no lo quiso. La historia es larga, compleja y daría para muchos entuertos, pero no es tan sencillo. En cualquier caso como decía en el texto, siento que he avanzado hasta una salvaguarda, un lugar en que no padezca insolación, bien guarnecido, puede que en un punto cobarde, pero prefiero y no ahondar y redundar en cosas del pasado. Mirándolo bien, creo que más que cobarde, sea valiente, puede que estúpido. No lo sé. Hay una canción de un cantautor que me encanta que se llama Luis Ramiro, que se llama “Romper”. En esa canción puede contar y suscribir muy bien lo que he tratado de hacer con este tema, romper con todo aunque me haya llevado por delante una ciudad, un país o un planeta entero. Pero al menos, en mi caso, nunca olvido un amor, soy de esos románticos que nunca olvidan lo bueno y que en algún momento siempre puede caer porque en el amor de verdad, para siempre nunca es demasiado tiempo. Gracias por tus palabras, tu visita, por leerme y por tus consejos, espero que no sea la última visita.

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  4. Me alegro de que leyeras mi comentario, continuaré pasando por tu espacio sin dudarlo.
    Lo que dices es lógico yo no conozco la situación pero creo que lo que planteas se parece más al segundo escenario que te comenté, en el que no tienes contacto con ninguna, da igual que hayas sido tu u otra persona quien cortara la relación. En definitiva no mantienes el contacto, por eso te daba la recomendación de terminar de cortar con todo, dejar atrás a quienes te han dado la espalda, lo que parece que estás haciendo. El olvido no significa que se borre de tu memoria, significa que lo olvidas en el sentido de no acceder a ese recuerdo con asiduidad. Ya verás como pronto estarás de mejor y recuperado. Pero ahí te dejo mi consejo de mujer compleja con muchos años de experiencia en estos temas, lo mejor es no recurrir al pasado para buscar buenos momentos éstos vienen solos y cuando menos se esperan. Piensa que si te "obligaron" siempre es por algo que ocurrió y si se ha roto toda relación por ambos lados lo ideal, y también lo más difícil es no ahondar más en ello y dejarlo tal cual, dejarlas/os tranquilos y no remover las arenas del pasado, que cada uno siga su vida y que lo ocurrido solo es una breve etapa de la vida de cada uno. Me puse pesada de nuevo.
    Ya veo que te gustan mucho los cantautores, en mi caso no aguanto a la mayoría de ellos, prefiero algo con más ritmo, soy maniática pero los poemas me gustan más leerlos o recitarlos, no cantados.

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  5. De nuevo, muchas gracias Raquel. En ello ando, no lo dudes. Quiero evolucionar, avanzar aunque exista un halo en mi de autodestrucción -cada vez menos-, quiero llegar a mis metas -modestas, por otra parte-.

    La música es una de mis pasiones, de ello puede dar buena fe Ana. Me gusta casi de todo y como comprobarás en el blog, rezuma música por todos lados.

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