La evolución dinámica de lo que
mi amigo ‘armonicista’ llamaría la hermenéutica del cortejo. Sí, sí. El caso es
que estaba hablando el otro día con mi amiga ‘la entrañable’ y le dije sobre la
chica de inglés: “Si antes del jueves le vuelvo a mandar un mensaje de motu
propio, os lo digo y os doy permiso para que me deis un cachete”. Y soy hombre
de palabra, lo diría si fuera el caso. Pues bien, ese mismo día la chica de
inglés me mandó unos pocos wasapeos. Yo, fuerte. Digno. Después de haberme
mandado por ahí y haberme sentido un segundón o tercerón en su vida, no iba a
bailarle el agua. Pues bien, en el día de hoy volvió con nuevos bríos a
wasapearme mientras estaba en clase. No le contesté. ¡¡Estaba en clase!! A
esperar, ¿no? Va, venga, le mando la respuesta pero haciéndome el interesante: “Espera
un moment, plis” –literal-. Tenía tutoría con un profesor y demás, mientras más
tardase, más interesante me haría. Que espere, así sabe lo que tuve que pasar
yo. Bueno, va, le contesto como dios manda. Me precisa, como no, para ayudarla
a estudiar.
- ¿El domingo me lo reservas para
mí? –me dice ella.
- Sí, claro, pero mejor esperamos
al sábado para confirmar, que el domingo queda lejos.
Le pongo más interés. Ella se
demuestra feliz y tranquila. Normal, imagino, prefirió salir al cine con un
amigo que quedar conmigo que hacía más de una semana que no me veía. ¿Total? Sólo
soy el chico de inglés…
Le digo que me hace falta un poco
de ocio. Me dice que el fin de semana saldrá de fiesta.
- Sí, algo de eso me dijiste el
otro día – le contesté yo-.
Acto, seguido, en un movimiento
que ni el propio amigo ‘armonicista’ prevería, le digo:
- Lo siento, tengo que dejarte
que tengo que hacer un trabajo.
- Ah, vale, pero mándame algún
mensaje que me tienes abandonada. No me olvides.
Vale, es ahora cuando la hermenéutica
del cortejo pierde absolutamente todo su significado. Porque, ¿alguien me puede
explicar qué lecciones me perdí en el colegio de entender el cortejo? Yo hice
lo que tenía que hacer, es decir, no insistir, no tocar la puerta y sobre todo:
ser digno, que yo no estoy de rebajas. Y ahora resulta que…
Bueno, veremos si tiene arrestos
de decirme de salir de noche este fin de semana, cosa complicada, por cierto,
ya que si sale el fin de semana, digamos el sábado, ¿cómo quedará conmigo el
domingo para estudiar? ¿O lo hará con sueño? Una opción bonita… noooo, no la
diré.
A la mierda la hermenéutica del
cortejo. No tiene ningún sentido este comportamiento. El mío sí, desde luego,
el de ella, no… a no ser que se quiera aprovechar de mí. ¿Y yo quiero que se
aproveche de mí? No sé si estoy diciendo esto en serio o lo de esta tarde me ha
pasado factura.
¿Y qué ha pasado esta tarde? Un absurdo....
PD: Aunque le mandé mensajes a la chica de inglés, no fue de motu propio, fue ella, así que he cumplido y seguiré cumpliendo hasta el jueves. Si ella no mueve, yo tampoco.
PD: Preciosa canción. A ver si os enteráis todos...TODO EL UNIVERSO: El amor... es simple
No hay comentarios:
Publicar un comentario