Mi amigo 'El Sabio' una vez me dejó caer que sabe que su destino era intentar hacer feliz a los demás, dar de él mismo para que los demás se sintieran mejor aunque él no se sintiera así. Una especie de altruismo hacia el hombre. Cuando le conté algunas de mis historias de amor el me dijo algo parecido a eso mismo. El extracto concreto de la conversación no la recuerdo pero sí la idea. La idea era que uno a veces no se da cuenta de cuál es su destino hasta que no sucede algo que abre los ojos. Y es difícil la apertura de la visión hacia la realidad de las cosas, casi tan duro como la aceptación de ello mismo.
Hace algo más de una semana hablaba sobre ello con tono de resignación al recordar las mujeres que en algún momento de mi vida sintieron algo por mí de una forma más o menos seria. No han sido muchas en mi edad adulta, en total cuatro, aunque habría que ser bastante cartesiano para recrear gráficamente el tiempo durante el cual estuvieron sintiendo algo por mi con el mismo sentimiento pero no voy a pecar de cerrado. El caso es que hay una levmotiv en esas cuatro mujeres. De alguna manera todas ellas han acabado de la misma forma. Yo lo que trataba de explicar es que yo había aparecido en sus vidas no para tener una relación duradera sino como precedente antes de hacer realidad sus deseos y sus sueños sentimentales...pero no conmigo. Es decir, yo soy el prólogo a sus más verdaderas historias de amor. En cierta forma soy su amuleto de la suerte. Sentir algo por mí es sinónimo de que muy pronto o en un cierto tiempo lograrán una vida sentimental compuesta...y sin mí. Evidentemente se trata de mujeres en las que ha habido correspondencia sentimental (ambos hemos sentido lo mismo hasta que se acabó).
El primer caso es el más lejano. Tras la relación que mantuvimos ella conoció a otro hombre. Sólo uno después de mí. Y él logró hacerla feliz, hacerla sentir como debía. Actualmente están casados y en esperas de hijos.
El segundo caso es lejano literalmente. Tras una relación extraña conmigo, justo después de mí conocí al padre de su hijo. Se aman, se quieren y son super felices.
La tercera fue una historia dura. Después de muchos fuegos artificiales mi aterrizaje en su corazón le sirvió para conocer tras de mí al hombre de su vida, con el que vive hoy día y con perspectivas matrimoniales.
El último de los casos es similar. Después de mí y de algunas curvas y demás, muy poco tiempo después encontró a su media manzana con el que actualmente vive y es muy, muy feliz.
Pues sí chicas, sentir algo por mí es sinónimo de que no acabaréis conmigo, sino que pronto, muy pronto se os compondrá la vida. Chascarridos estos aparte y dejando de lado bromas, es un asunto al que no le doy muchas más vueltas. Hace poco alguien comenzó a sentir algo por mi. Esa extraña ley de Murphy, o esa fuerza extrínseca se hizo más poderosa que nunca y la suerte a su vida llegó con el hombre que la ha hecho sentir cosas y que hoy día es algo así como su futuro "chico". Aún no lo son, pero yo no tengo dudas de que lo serán porque todo apunta a ello y porque si sintió algo por mí y yo por ella, es seguro que dentro de poco tiempo su vida sentimental acabará bien. Eso sí, para que se produzca ese efecto es condición sine quanon que yo me aleje, salga o desaparezca de la vida de esa mujer, de lo contrario nunca sucederá.
Mi destino es ese. Quizás deba comenzar a aceptar que una mujer no puede sentir amor por mí más de un tiempo "X" antes de que se le vaya la 'enfermedad'. Sin embargo, en mi queda ese amor. En esas cuatro mujeres por las que he sentido cosas me ha costado superarlo y esto de la superación es un asunto del que ya he hablado y no me apetece mencionar. De esas cuatro sólo he sentido verdadero amor por dos y son justamente las dos a las que mejor les ha ido, así que mientras más serio y verdadero sea lo que sienta por ella, más seguro, más feliz y más compuesta sentimentalmente estará. Y aceptar esto es frío como el hielo. Es racional pero empíricamente está probado. No voy a detallar las coincidencias pero las hay y muchas.
Hoy siento algo por una mujer que no hace mucho sintió algo por mí pero ya no. Dentro de poco su vida sentimental mejorará y sabré que habrá sido porque yo aparecí y llamé al destino para que se le apareciera su persona. Y no, no me hace gracia esto. Y no, no me gusta nada de nada. Sí, duele pensar así, duele hacerse daño uno mismo así. Dios sabe cuánto me gustaría estar equivocado como decirle a mi amigo 'El Sabio' que estaba equivocado pero me queda una vida corta o larga, no lo sé, para ir aceptando mi estatus de solitario y de preludio a amores "para siempre".