Only you


¿Esa mirada? Es locura, eso es, locura. Sería una locura si dijera todo lo que pienso de ti. Me tendrían que dar millones y millones de dinero para decirlo aquí, en público. Eso y volverme loco para decirlo, para decir que toda tú eres una confusión en mi vacua existencia vital actual. Tendría que estar como una cabra para no pensar las cosas y decirte que desde que te vi en aquella obra de teatro y "hablar" contigo he logrado entender a la perfección a la protagonista de 'La Rosa Púrpura del Cairo'. Habría que estar muy loco para decir todo eso delante de las personas que lo podrían leer. Habría que estar rematadamente loco para soltar que lo único interesante y bueno sentimentalmente que me ha pasado este año ha sido "conocerte" a ti. Pero no lo diré porque no estoy loco. No estoy loco hasta que veo tu cuerpo, tu mirada, hasta que recuerdo esos instantes en los que tu expresión en el escenario me hicieron soñar. Hasta que recuerdo que estuve a diez metros de ti. Entonces me digo si fue buena idea quedarme impertérrito e ignorarlo todo. Desde que te escribo siento como si estuviera hablando con alguien totalmente inalcanzable. Nunca te diría esto a no ser que estuviera totalmente loco. Porque digamos la verdad, ¿Quién en su sano juicio diría lo que verdaderamente piensa de una persona desconocida? Eres una de esas inalcanzables féminas luminosas que alumbran el otro lado del sol. Pero nunca lo diré, si acaso lo escribiré porque sería incapaz de decírtelo. Eres demasiado para mí. Abrumas tan sólo con tu mirada y eso es porque abarcas toda una vida (ideas, actos, palabras, sentidos). Nunca te diría que las contadas ocasiones en las que pude ver las estrellas en aquel bucólico lugar, las miraba y podía dibujarte allí mismo. Podría desnudarte allí mismo, podría hacerte el amor en mi imaginación, podría decírtelo todo con una sola mirada. No habría palabras, sólo una mirada. Más, estas cosas nunca las diría ni las confesaría, sólo lograrías sacarme una confesión si me hipnotizaras con la melodía acertada, con la circunstancia idónea. Ese instante en el que todos los planetas se alinean, me vuelvo loco y te confieso que no le pondría adjetivos a esto. ¿Amor? Pensaría algún atrevido. Y yo le diría que hay cosas que no se pueden explicar con una palabra, que hay que inventar un vocabulario especial, habría que inventar un nuevo sentimiento para explicar realmente lo que es. Has ayudado a construir algo que viene con el sonido y se va con la brisa. Algo que no sabía que podía aparecer. Aún estoy intentando ponerle nombre a algo que pienso que no lo tiene. Eso es lo que dicta no esa, sino todas mis miradas. Sólo tú lo provocas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario