Por ellos soy feliz (9ª Parte)

El último curso que recibo son los más pequeñitos: kínder. Kinder es un grupo 10. Es diez porque son diez niñitos. El más pequeño tiene 4 años recién cumplidos, Emerson, hijo del lanchero del orfanato. Los principios de Emerson no le auguraban un buen año, ya que se lo pasó llorando durante varios días. Sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos Emerson es el niño más cuidado por los otros que se sienten en la obligación de protegerlo. Si no sabes lo que es la ternura, tienes que ver a nueve niños de cinco años cuidando y protegiendo a un niño de cuatro años. El cuidado de estos niños entre si es un asunto muy paradigmático. Emerson, por supuesto, no sabe nada de normas ni historias. Cuando quiere duerme, cuando quiere, se levanta y cuando quiere, que es siempre hace lo que se le da la gana pero siempre sin armar ningún escándalo porque apenas si sabe caminar bien y mucho menos hablar. Los niños más inteligentes son Beberly y José Alejandro. Muchas cosas separan a estos dos niños. Beberly es la única niña de pelo rubio de todo el colegio, es para mucho una niña muy linda pero a mí lo que me mata de esta niña es su inteligencia. Conoce a todos los animales, todos los colores, pinta a nivel de 1º y es super educada, de lo cual infiero que claramente ha tenido buenos padres y una buena educación. Es inteligente fuera de toda duda y es desde luego el ejemplo de todos los niños. Cuando se trata de jugar, es muy tranquila, es como la niña que todos quisieran tener. Del otro lado está José Alejandro, el hermano de Jonathan (1º). El caso de José Alejandro es igual que el de Beberly, es super inteligente, capaz de retenerlo todo, además es guapo, muy guapo, tiene una sonrisa capaz de tumbar a la persona más dura. Dan ganas de comérselo a besos. Pero hay un punto clave que separa no sólo a José Alejandro con Beberly, sino con el resto de niños. José Alejandro es un niño traumatizado y que ese trauma lo lleva bien visible haciéndoselo saber y sufrir a todos. José Alejandro fue uno de los últimos en llegar. Como bien comenté cuando hablaba de su hermano, fue criado por sus abuelos porque su madre no podía hacerse cargo de ellos. Cuando sus abuelos murieron la madre seguía sin poder hacerse cargo de ellos, así que los puso en el orfanato mientras ella trabajaba. Pero claro, estos niños han visto muy poco a su madre. José Alejandro creció durmiendo con la luz encendida, con miedo a la oscuridad y con el mimo de unos abuelos que lo consentía y que no le decían que no a nada. De esta forma, José Alejandro se acuesta por las noches pero al cabo de dos horas más o menos, se despierta gritando como si lo estuvieran matando. Se ha probado un buen montón de soluciones, pero la última vez que me tocó dormir a mí con los pequeños se despertó unas veces al cabo de la noche. Se ha probado dormir con el voluntario-profesor, pero esa medida es un agravio comparativo para todos los demás que también temen la oscuridad, así que se prohibió esa medida. Malo fue aquello porque los gritos atronadores junto con los llantos de José Manuel despertaba a todos los niños pequeños pero también a los grandes. Se probó como solución poner una vela, pero eso tampoco condujo a nada bueno. Lo último que se probó fue una linterna para él. Luego se cambió y la linterna la tenía el voluntario que le alumbraba pero claro, según voluntario, tenía que alumbrarle unos pocos segundos o bien quince minutos, como mi caso. Lo último que me tocó vivir fue la madre de todos los berrinches cuando la madre de José Alejandro y Jonathan visitaron el orfanato y al irse José Alejandro la insultó, la pegó y se metió al agua hasta que le llegó a la boca (él no sabe nadar). Luego sintió llorando, insultándola y gritando. La única paz que tiene el niño es en clase porque además no lo pasa bien con el resto de los niños, ya que José Alejandro se comporta como un bebé de dos años al que todos abusan de él, y ni tiene dos años, ni abusan de él, sino que entre todos los voluntarios lo han mimado tanto, lo han tenido entre tantos algodones, que el niño se ha acabado sintiéndose así. Para mí el caso de José Alejandro es, de entre todos los niños, el más grave, no por su naturaleza, sino por sus acciones y reacciones exacerbadas y su nula capacidad para razonamiento. El caso de Jorgito es ejemplar. Llegó al orfanato a las clases desde los tres años. El mejor y favorito de muchos voluntarios y profesores. ÉL solo, sin hermanos, sin familia se adaptó y nunca fue un problema para nada ni para nadie. En clase de kínder Jorgito parece un niño mayor ya resabido, pero lo cierto es que no parece ponerle mucho interés al asunto, pero se porta bien y es un niño la mar de tranquilo. Martín Chiqui (lo de chiqui es apelativo mío), es el menor de cuatro hermanos que están en el orfanato: Víctor Leonardo (5º), Ramiro (2º), Aroldo (1º). Comenzó siendo un amor de niño, con una cara que parecía la del Gato con Botas de Shreck que no rompía un plato pero vaya si rompía platos…vajillas enteras. Aún así es un primor pero está falto de cariño y amor y está todo el rato pidiendo que lo suban en brazos y cosas típicas de un niño de dos años, no de cinco. El grupo de kínder lo completan Marcos, que me encanta, Héctor, que no hace nunca nada, Sara, que siempre la visten de vestiditos de princesa, Estela, hermana de Elba (4º) y Maylin, que es la más discreta de las niñas. 

Beberly

Estelita

Jorgito

Martín Chiqui


Por ellos soy feliz (8ª Parte)

Para acabar el martes llega uno de los grados que más me gustan: 1º A. Me encanta porque los niños son un amor. La más lista y alta es Merlin, hermana de Angélica (5º), Kimberly (4º), Kristy (3º) y Clariza (2º). Además de lista y alta, es la que mejor sabe bailar y de las que tienen menos vergüenza. Sólo hubo una vez que se portó regular o más bien como una niña más y coincidió con un día en que tenían que pintar, de lo que resolví que a Merlin no le gustaba dibujar. Me tiene estima y siento su cariño en clase. Sin duda la niña que más quiero y que al mismo tiempo me aprecia más de entre muchos de los niños más pequeños es Ana María. El pasado año la conocí porque era la única niña que llevaba zapatos negros de vestir. Estuve en el almuerzo de su graduación de párvulos. La imagen de Ana María tras una ovípara comida se me quedó grabada ya que aún siendo una niña tiene actos y hechuras de una persona adulta. Cuando supe que le daría clase quise saber de qué palo iría. Y resultó que Ana María es de las inteligentes, de las que más se interesan por lo que digo, una de las que y de las que más se esfuerzan. Pero es que fuera de clase intenta estar donde estoy yo, ya sea en la biblioteca con la excusa de que va a leer pese a que casi no sabe, o en el patio, donde intenta “mimarme” y siempre me hace preguntas personales de mi vida. Para el recuerdo fue nuestra conversación sobre los fantasmas. Si Ana María no está, 1º A es una clase de buenos niños, con ella, la clase me encanta porque le da algo especial. Una de las últimas niñas en llegar fue Claudia, quien tiene un hermano en 1º B (Marcos). Claudia tiene mucha vergüenza porque es mayor. Por su edad debería estar al menos en 3º, pero nunca ha ido a la escuela, no sabe leer ni escribir y por eso también se avergüenza. Para colmo de ella, la niña es muy guapa y los niños se pasan el tiempo a su alrededor molestándola porque es la forma que un niño de demostrar que le gusta, es decir, pululando a su alrededor, haciéndoles  caras, pegándola y esas cosas. Yo soy su defensor y eso también  la avergüenza, así que Claudia no lo pasa nada bien pero intento bajar esa tensión como puedo. Cristel, Zuli y Elena es un trío demoledor. Ya se puede romper el mundo por la mitad que ni se interesan. En clases están haciéndose trenzas o cualquier cosa que no requiera un esfuerzo por aprender. Elena en particular es una de las que peor se porta, es abusiva con los más pequeños y no tiene medidas a veces en los malos actos. Le traspasa lo malo a Cristel y Zuli que a cambio le dan un poco de su tranquilidad vital para que Elena no sea el mismísimo Satanás. Mabelia y Sandra son las más chiquititas y para colmo sólo hablan Qekchí, así que no participan apenas, pero se portan bien y yo deseo que algún día hablen y se manifiestan porque me provocan mucha ternura. De los niños, el mejor y el peor al mismo tiempo es Jonathan, un hondureño con claras actitudes de adulto que fue criado con sus abuelos, muy viejos y eso se le nota. Fue uno de los últimos en llegar y no atiende a razones cuando hay algo que él, en su mundo particular, cree que no es justo. Un día me tachó de malo y mentiroso porque decía que le había prestado un libro a un niño y a él no, cosa falsa, claro está, pero él insistía pese a no tener pruebas, obviamente. Es súper inteligente, pero le falla su actitud y su visión cabezota de las cosas. Óscar es uno de mis favoritos por lo conozco desde el primer día que llegué el año pasado. Es imposible definir a Óscar. Es uno de nuestros traductores oficiales del Qekchí-Español. En casa puede llegar a ser malo, hacer y decir cosas malas pero yo creo que algunos niños son mala influencia para él. En clase es muy discreto, nunca ha destacado por cosas malas o buenas, es serio, si no le interesa el estudio pero tiene que dar un paso al frente porque se está quedando atrás. Lo quiero y en enero era de los niños que esperaba. Rudy Coco es el hermano mayor de Mauricio, y el líder indiscutible de los llamados Qekchí Kids o niños del Qekchí. Que te engañe su sonrisa de niño bueno porque es muy travieso y el capo de la “mafia” del Qekchí. Lo bautizamos así porque es el más desenvuelto de todos los de Qekchí, uno de los que más fácil aprendió español y de los que más rápido comenzó la camorra con los niños que hablaba español. En clase es uno de los que no para quieto para llamar la atención de una aburrida Claudia. Eric tiene un hermano en 1º B, Víctor, son una fotocopia exacta, uno de los chicos listos, buenos y graciosos, que me causan más sonrisas, y bromas porque tiene una carita muy bonita. Elvin es el hermano mayor de Manuel (Párvulos) que a su vez es hermano de Angélica (2º) y Deysi (4º). Elvin pasa por el mundo pero no al revés. Elvin es de todos los pequeños el que mejor juega al fútbol, en alguna ocasión ha jugado con los grandes. No lo recuerdo ni castigado. Es un bueno niño fuera de clase, pero dentro sigue los pasos de óscar, tengo que idear una estrategia para que entre y se interese en aprender. De entre los más destacados acabo con los dos Daniel, Daniel Estuardo y Daniel Choc. Daniel Estuardo es hermano de Griselda (4º) y de ser un niño tierno y modélico el pasado año, ha pasado a formar parte del clan de los Qekchí kids, aunque ese brote fue sofocado con astucia. Lo cambiaron de cama para que estuviera más cerca de otros niños. En clase no atiende, no para quieto y sólo está pendiente de Claudia. Daniel Chuc, es junto a Yesenia (4º) y Anita (Párvulos) otro niño con sobrepeso, pero lo de este chico es el caso más evidente. Cada vez se porta mejor, pero como muchos otros, no se interesa por las clases  y se limita a poner caras de asco o antipatía.

El miércoles es el día que más clases tengo. Repito con cuatro cursos y además recibo a dos nuevos más, la primera clase del día es 1º B, una de las mejores clases porque además la tutoría de ellos, la Seño Yadira, es una de las mejores maestras y de las que más me gustan, bueno, es la que más he escuchado y visto dar clases y me parece ejemplar, la mejor. Si hay una niña que me ha cautivado y conquistado de las que no conocía, esa es, sin duda, la bella Isabella, la niña con una de las dos o tres sonrisas más bonitas y lindas. Isabella compite en timidez con otras niñas, pero ha logrado o estoy logrando que venza la timidez. Cuando tiene mucha vergüenza sonríe con tanta dulzura y belleza que me deja muerto. No es de las más listas, pero es de las que siempre que puede, está en la biblioteca para hacerme compañía. Es hermana de la gran Anita (Párvulos) y Dania (3º). Trato de que hable y entra en una buena dinámica participativa y creo que ella es un ejemplo de mi buen hacer porque comenzó sin hablar. Cada vez está más interesada y ella me hace feliz. Eric Octavio, Edgar, Víctor y sobre todo José Manuel es el grupo de chicos listos. En particular José Manuel, hermano de Verónica (2º) es muy inteligente, el mejor en todo los aspectos. Ese niño y yo tenemos un idilio precioso. Su madre me da 50 quetzales cuando llegan cada domingo y yo les doy 5  quetzales a él y a su hermana cada día. José Manuel es el más maduro de los varones pequeños, el más cabal y cuando tiene nivel para estar en 2º y una educación de dos muy buenos y abnegados padres. Me encanta José Manuel, lo necesito cerca porque es uno de los que más amor le tengo y me devuelve. Eric Octavio es el hermano de Félix (Párvulos), Chana (Párvulos), Flori (4º) y Gladis (5º). Las vivencias que tengo con Eric son similares a las que he tenido con Félix. Víctor es la fotocopia de Eric, de 1º A y aún más inteligente que su hermano. Él y Edgar junto a José Manuel son los líderes intelectuales de 1º B. En esta clase hay muchos niños especiales: Arli, Aroldo, Débora Esmeralda, Jorge Ronaldo, Marcos, María Magdalena, Osoria, Romel y Oseas. Los adoro a todos. Me hacen muy feliz. Hay algunos tímidos como María Magdalena, Arli o Débora, Otros super cariñosos como Marcos, Oseas y la propia María Magdalena. Es la clase que más niños me preguntan cuándo les toca conmigo. Están felices en clases y TODOS al acabar me dan un beso y un abrazo y de esa manera empiezo el día con 1º B, que es lo mejor.


¿Qué más puedo hacer o sentir?


Y no me despego del ordenador. Y antes de poder enchufarlo no me despegaba de la libreta y el bolígrafo porque no he hecho otra cosa que escribir páginas y páginas. Y cuando ya te has extirpado la “enfermedad” del amor vuelvo a reencontrarme a mi mismo pensando. Pensando que todo es demasiado complicado para mí. Que esos niños me han ganado para toda la vida pero necesito tener una vida para que ellos la puedan tener a su vez. Si fuera egoísta me quedaría allí pero no para ayudarlos, sino para estar a su lado y hacerles compañía, pero necesito algo más. Necesito contribuir a que sus vidas tengan aún más sentido. Y la mía carece de todo sentido porque después de muchos meses me he descubierto más que viejo, ancestral de principios. En eso de estar solo, que ya no quiero estarlo, que no lo necesito que me retuerzo como un árbol mal crecido. Resulta que al final del libro, al final del cuento, existe una puerta blanca o negra, que consiste en estar en compañía o no estar, pero no de cualquier forma. Es así, el lugar adonde he venido a “morir” me está dando una vida dolorosa y silenciosa porque no duele porque no se ve, no te das cuenta de que el amor a raudales, la dedicación absoluta te hace amar de formas incomprendidas por mí. Y a resultas de estas entiendes que estar solo es como estar preso en una cárcel. Qué raro es el mundo cuando una niña de 8 años le pide a su padre que te lleve a su lejana y pobre aldea, la misma niña que se pone a llorar y triste cuando te vas, la misma niña que si te vas, no vuelves a ver jamás a pesar de que la ames y ella te quiera como si fueras un amigo o un segundo padre. Estar aquí es tener constantemente el corazón roto, es poder vivir con ello, pero al separarte de allí y contemplar el panorama sientes que el mundo es más pequeño de lo que imaginas y que no te sobra el dinero y que te faltan sobre todo oportunidades para conseguirlo y comienzas a plantearte si no será mejor poner punto y final a todo y ejecutar el último plan de tu vida. O quizás sea mejor seguir luchando ‘idealísticamente’ por esos niños, con la esperanza, seguramente vacua, de que algún día obtengas como recompensa algo que no sea soledad y recuerdos. Quién sabe, quizás después de todo no haya cambiado tanto… ¿o sí? Esta verdad se está convirtiendo en demoníacamente cándida y acecha de nuevo los pilares de los principios más básicos que tengo por vida. Todo se tambalea y no hallo respuestas, explicaciones y lo que es peor, tampoco oídos que vean qué necesito. Tampoco sé pedir esa ayuda, esa compañía. Este momento bipolar me lo disculpáis, después más de 2 meses trabajando (disfrutando) más de 12 horas al día cada día, es normal que cuando te des cuenta, no tengas red y comiences a caer hasta el fondo, en un bucle de amor que va pasando etapas y fases. Pero ese camino es lóbrego y demasiado misterioso y no sabes si quieres seguir descubriéndolo por miedo al adiós, porque habrá un adiós y no estoy preparado para decir adiós a 200 niños. Estoy más preparado para ser muerto por un tiroteo en alguna frontera, o quizás de un ataque de una serpiente, pero no para decir adiós y cambiar una vida inimaginablemente llena de amor y cariño. Ahora debo buscar una cuerda o una red para poder sostener la caída en el averno del amor inolvidable que ya se está produciendo. Y es ‘avernoso’ porque en un mundo justo, a esos niños no les faltaría nada y tendría una vida “normal” (con muchos matices) y tendrían más de una oportunidad de la vida y no sólo dos opciones. Y siempre, siempre, pero siempre te acabas haciendo la maldita misma pregunta: ¿Por qué no hice algo más por ellos?



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Por ellos soy feliz (7ª Parte)

Pero el martes es un día de contrastes, porque después de pasar los más grandes pasa unos monstruos que son, después de Kinder, los más pequeños, se trata del numerosísimo grupo de Párvulos, donde vuelven los besos, los abrazos, los te quiero y todo tipo de buenos cariños. Hay un montón de niños varones, pero de entre todos me es difícil ocultar que se me cae todo al suelo cuando Juanito y Manuel me hablan y me sonríen. Se nota cuando no están. Son increíbles. Juanito es el niño con más desparpajo que he conocido en mi vida. Nunca se le ve triste. Le encanta bailar y reír, no se toma nada en serio, es un niño querido por todos porque no tiene vergüenza a nada, nada le cohíbe y a veces no diferencia lo malo de lo bueno. Es un niño sublime y al que echo de menos cuando no está. Me encantaría tener historias con él, algo que recordar. De momento es uno de los niños que no se saben las vocales pero que poco a poco le voy enseñando en clase. Diferente es el caso de Manuel. Tampoco se sabe las vocales, claro, pero la historia de Manuel ha sido intensa. Comenzó siendo un niño muy tímido en enero pese a que tenía dos hermanos mayores. Estaba triste por estar lejos de su casa. Con una evidente falta de nutrición me acongoja pensar en lo mal que lo debió pasar en las primeras semanas. Tuvo dos infortunios, el primero cuando se hizo popó por todo el cuerpo por la mañana y tuve que limpiarlo con cubetas de agua hasta que casi no hubo agua. Esa historia fue entre lo traumática y lo emotiva. El niño, que creo que pensaba que lo iba a regañar me ganó ese día en el que acabé yo también con popó de él en mi cuerpo. Cuando acabé de bañarlo Manuel, después de dos horas llorando y deprimido, volvió a sonreír. A partir de ese instante Manuel siempre me sonrió. Una semana más tarde casi muere ahogado por otro niño pequeño que lo tiró al río. Fueron esos dos hechos los que motivaron el despertar de Manuel, que apenas habla español porque sólo habla Qekchí. Yo llegué a pensar que tenía algún problema interno que le impedía hablar o que no sabía hablar pero me había equivocado. Hoy día le enseño a decirme, mientras yo le digo GUA-PO….”y tú más” le digo yo. Amo a Manuel y su rendida inocencia.

En esta clase también está Félix. Él es santo y seña de Casa Guatemala. El más pequeño de los hermanos varones de Gladis (5º) y Flori (4º) y sólo un año mayor que su hermana Chana, que también está en Párvulos. Nunca olvidaré ni quiero olvidar el 1 de enero de 2014, al amanecer, Félix me despertó con un beso, recostado junto a mí en mi cama. Durante las vacaciones del colegio dormí con él y su hermano (el único de los que me falta hablar) y mi Cristian (3º) conmigo. Félix tiene grandes heridas y cicatrices en su cuerpo, parece un héroe de guerra o un trabajador muy torpe pero no es más que un hombre atrapado en el cuerpo de un niño…un hombre travieso y juguetón. En clase no hay duda: es el más inteligente. Sabe casi leer más que algunos niños de 1º. Su principal problema es que quiere jugar todo el rato y no sabe cuándo se debe parar. A todos les encanta Félix que cuando hace berrinche te duele porque llora y grita con mucho desconsuelo y dolor y no hay nada que puedas hacer para detenerlo. Mi reto con él es que aprenda a leer a nivel de 2º grado, puesto que Párvulos se le queda muy pequeño, pero por edad es lo que le corresponde. Si a los voluntarios les gusta Félix, su hermana, Chana, es otro símbolo de Casa Guatemala. Es la niña mimada y mimosa, es linda, caprichosa, tierna, con una sonrisa que es pura música y sobre todo, no atiende a  nadie y a veces es una niña indomable por nadie, pero jugar y mimar a Chana es algo obligatorio, es como respirar, no puedes evitar hacerlo. Dentro de la casa es una pesadilla: se hace pipí y popó en el suelo, no hace caso y está casi siempre castigada. Yo nunca la he castigado porque conmigo siempre se ha portado bien. Si quieres cariño fácil, eso te lo dará Chana. En case es una más aunque intente no serlo. Durante el primer mes se dedicó a hacer dibujos y pinturas para mí, dibujos que he guardado religiosamente porque ella me lo ha pedido.



En Párvulos también está Anita, una cosita redondita y rechonchita como una bola que siempre sonríe y que habla poco, tiene una hermana mayor, Dania (3º) y una hermana en 1º de la que ya hablaré y que me tiene loco de amor. Anita no para apenas quieta, sería la pareja perfecta de Félix y la mejor amiga de Chana. Es tremendamente cariñosa, parece una muñequita gracias a las coletas que le ponen cada día. Es juguetona y en clase casi no atiende y siempre le tengo que decir: ¡¡Anita, bájate de la silla!! ¡¡Anita, bájate de la mesa!! ¡¡Anita….(lo que sea que esté haciendo de malo). Siempre está en su maravilloso y genial mundo. Conocer a Anita es un premio, tenerla de alumna y poder enseñarle, aún más, ya que no se sabe las vocales y le cuesta porque sólo quiere jugar. Del resto, Anderson y Jeferson son los que me dan más guerra. Literalmente Jeferson entró a clase con ganas de destrozarlo todo, incluso hurtó todo el material de la maestra de inglés. Las dos primeras semanas de Jeferson fueron realmente malas, sin embargo, luego de nacer su hermanito se sensibilizó brutalmente y ahora es un niño cándido. Angel es el hermano menor de Diego (3º) y Karen (5º), es un traviesillo que no hace más que seguirme cuando estoy fuera de clase y siempre que estoy en la biblioteca está ahí pero es muy travieso. Rudy Romeo es el hermanito más pequeño de Santiago (2º) y Avelardo (3º). Aún es un bebé de poco más de cinco añitos y que habla poquito pero está a punto de aprenderse las vocales. Tiene una sonrisa inolvidable y no puede negar ni que es travieso ni que tiene cara de ello porque lo es y mucho. El resto de la clase son Anderson, Henry, Danilo, Mauricio (uno de los internos más tiernos), Meme; entre los varones, y Caterin, Lucy, Dilcia (la más linda y tranquila de todos los niños), Gimena (la hermana chiquitita de Angélica -5º-, Kimberly -4º- y Kristy -3º-) Rosaria, la más inteligente pero muy lejos de lo que es Félix, Patricia y Deysi, estas dos últimas que casi no hablan español porque sólo hablan Qekchí. 

LOS DIBUJOS QUE ME HA REGALADO CHANA
                        
                                                    


                                                  El Gran Félix                       Danilo
Anita, sin coletas y sin sonreír (raro)                                       Chana, nuestra Chanita 

Jeferson el terrible                            La tierna Gimena
 
Juanito, (izda.) que me los como a besos 20 veces al día y Manuel (dcha.) que me lo como a besos unas 15 veces cada día
 
Meme                                Patricia

                         El nada inocente Rudy Romeo                              Rosaria        




Por ellos soy feliz (6ª Parte)

Quinto curso en muchos aspectos es mejor que Sexto. Lo es porque tienen más ganas. No hay tantos niños carismáticos como en Sexto, pero trabajan y entienden lo que les explico. Hay muchos niños varones. Hay muchos que aún no les logro identificar la cara porque pasan realmente inadvertidos en el transcurso de las clases. Selvin, Cristian, David, Luis Armando, Luis Fernando, Vélix, Víctor Leonardo, Víctor Estuardo y Wilder son los que logro reconocer y caracterizar. De ellos el que más me preocupa y ocupa es Selvin, hermano mayor de Vilma (de 6º). Es probablemente el peor de los estudiantes pero estoy muy sensibilizado con él tras conocer su historia personal. Parece un tipo duro, antipático, agreste y hasta peligroso pero sólo son apariencias. Recuerdo que me lo hizo pasar muy mal cuando llegué el pasado año. Hoy día nuestra relación está a años luz de lo que fue al principio. Me respeta y me aprecia y ha entendido que deseo lo mejor para él y se esfuerza a su manera, no quizás de una manera correcta intelectualmente, pero sí en cuanto a actitud que es lo más importante. Me lo hará pasar mal porque no quiero tener que impedirle que pase al siguiente curso. Me ha conquistado con sus silencios pero también con sus bromas conmigo. Él ignora todo lo que lo aprecio. Me atrevo a darle incluso un gran abrazo y lo miro o intento hacerlo con las ganas de quien tiene fe en él. Antes de este mis descanso tuvimos una conversación en la que me hizo preguntas de conocimientos generales y me dijo que tenía el sueño de tener un coche (un automóvil) y créeme cuando te digo que quisiera poder ayudarle a cumplir ese sueño, si es lo que desea en la vida porque no es para nada un mal chico. Ojala pueda encontrarse en el mundo y no tener más problemas de los que ya ha tenido. Nunca imaginé que le agarraría tantísimo cariño a Selvin, lo respeto y me preocupa sobremanera. Peor es la situación de Cristian, un interno que es hermano de Melvin (3º grado). Su actitud es pésima. Sus conocimientos malos, sigue torpemente a Selvin como si fuera él un líder aceptable pero Cristian no sabe ver las cosas. Está advertido de expulsión por su mal comportamiento. En mi clase lo mantengo a raya y me hace sacar lo peor de mi humor porque tiene un interior de dudable fiabilidad. Probablemente sea de los peores de todos los niños pero paulatinamente va cambiando o se va acomodando a la situación. Cristian es uno de los que me motiva para ser mejor profesor. David es el hermano de Noé (2º A) del que ya hablé. Es un muy buen alumno, discreto pero participativo. Es un orgullo tenerlo de alumno porque bajo el aspecto de un tipo duro esconde un niño inteligente. Luis Armando es el otro chico listo de la clase, muy discreto también pero le da ese toque especial a la clase. Vélix, Víctor Leonardo y Víctor Estuardo son también buenos estudiantes, simpáticos y grandes tipos, a los que respeto mucho. Víctor Leonardo es el hermano mayor de Ramiro y de otros dos hermanos más pequeños aún que Ramiro y de los que hablaré más adelante. En esta clase hay pocas niñas pero destacan sólo dos: Gladis y Karen. Gladis es la hermana mayor de Flori y de otros tres niños de los que ya hablaré. Gladis es una de las huérfanas con la que me une una historia absurda que finalizó con un enfado de ella que aún le dura hoy día. La quiero mucho pero sus malas actitudes conmigo ha minado mi moral. Es la mejor estudiante de 5º sin duda alguna, la ganadora del concurso de deletreo entre cursos, sin embargo, eso que tiene en mi contra le lastra, es lo que yo llamo actitud. Estoy muy sensibilizado con Gladis y me encantaría que no fuera tan sumisa con otras niñas pero desgraciadamente Vilma (de 6º) es muy mala influencia para ella, y está constantemente sometida a Vilma, pero sólo en lo malo, ya que el buen corazón y la capacidad y fondo de Vilma no lo tiene Gladis por razones que tienen que ver con su historia personal. Karen es la otra chica lista de la clase, es la hermana mayor de Diego (3º) y Ángel (Párvulos), es la chica más deseada por los propios chicos de 5º y también por los de 6º por su buen porte. No es más lista que Gladis pero es una gran niña, con buena predisposición. 


Selvin                                   David

 Cristian, el niño problemático

Gladis, la más inteligente de todos los niños

Vélix                         Victor Estuardo

Víctor Leonardo




Por ellos soy feliz (5ª Parte)

El martes es un día grande porque comienza con dos de las clases que más me gustan, son 6º primero, y 5º después. Son grupos diferentes. No recibo la gratitud de los más pequeños en forma de besos y abrazos pero recibo otra clase de aprecios más intangibles. El grupo de 6º es el que dentro de unos meses se gradará y saldrán a estudiar fuera. Sexto es un grupo pequeño de 16 personas de las que destacan sobre todo las internas que son cuatro niñas, de las cuáles me une una grandísima relación con dos de ellas: Vilma y Shirley. Para mí no existiría Casa Guatemala sin estas dos niñas. Una porque tiene un grandísimo corazón pese a que tenga fama de mala e interesada, el caso es que me ha ganado el corazón. Podría escribir de ella un libro entero contando su vida, su historia y sus cosas, las que hemos vivido, como mis tres únicos naufragios en un cayuco porque Vilma así lo quiso, o sus continuos enfados, sus altanerías y sus malos entendidos y demás cosas que hacen que nuestras vivencias sean muchísimas. Es una niña a la que le hace falta tener los pies en el suelo y darse cuenta de que tendrá que lucharle al destino. Como alumna comenzó soberanamente mal para tristeza mía. Sin embargo, a medida que nuestra relación ha ido mejorando fuera de clase, dentro de la misma ella también ha mejorado. Me encantan las travesuras, los chismes y las cosas que genera Vilma, tanto en lo bueno como en lo malo. Me vuelve loco y a veces le he chillado tras alguna de sus travesuras que me han afectado (como el primer naufragio con posterior bronca y castigo de una de las maestras). Es de entre todas las niñas con la que mantengo una mejor y más continuada relación aunque sea una niña volátil y que tenga problemas para retener las cosas. Es despistada, presumida, presuntuosa y muchas más cosas, pero me ha demostrado muchas veces el grandísimo corazón que tiene. En clase sé que se lo pasa bien y es el ejemplo de una persona que ha sabido reconocer que lo que tenía que decirle importaba y le venía bien. Aún así su cabeza es volátil y necesita centrarse. 

En la otra cara de la moneda está Shirley. Con Shirley sólo diré que si quiero vivir quince años más en este mundo sólo es para ver como llega bien lejos y sobre todo para ayudarla a crecer y convertirse en una mujer de provecho. No será mi hija nunca pero la adoro, la quiero y la amo como si fuera mi familia. Me la llevaría conmigo a un lugar mejor. Es una niña madura, una pequeña adulta, la más humilde y sincera de todas. No te regalará nada, si tiene una sonrisa para ti será sumamente sincera, si te ofrece ayuda, será la más sincera, si te gasta una broma, será la mejor. Lo tiene todo muy claro y con los pies en el suelo. Shirley es una de las razones porque las que me hice profesor, porque quería ayudarla a pasar a la siguiente etapa de su vida, la que le llevará lejos del lugar donde está actualmente y que debe acabar con ella convertida en el símbolo de este lugar por excelencia. Porque lo único que debe tener en mente es la excelencia porque es ingeniosa, lista, inteligente emocional e intelectualmente. Da igual si no logra académicamente lo que ella quisiera por los medios económicos, yo me conformo con que sea una mujer de provecho y que no acabe tan mal como la mayoría de los niños de este país. Es única, la única niña grande que me da abrazos, que me trata solo o en compañía. El tiempo que en verano ella no estuvo la eché mucho de menos. Shirly en clases es un ejemplo, lo que siempre he querido tener. Tengo mucho que enseñarle y ella se lo toma en serio pero con una sonrisa de cierta mofa porque aún no se cree del todo que yo quiera ser su benefactor en la vida. Y no sé si lo lograré ser, pero Shirly es la niña que cualquier voluntario se rifaría para ser su padrino/madrina. Yo viviría sólo por ella, para que tuviera un futuro mejor, o el mejor de los futuros. Tengo la inmensa suerte de tenerla de alumna y de amiga, sino fuera profesor, no podría estar tan cerca y para mí Shirly es alguien muy especial por cosas que aquí no podría contar, pero su historia estará por siempre en mi corazón. Sus abrazos son pocos, pero realmente sinceros. Sencillamente la adoro. Las otras dos internas son Sandra y Daniela. La primera es la hermana mayor de un niño de 1º, una alta, espigada y bonachona niña que es sumamente responsable a la par que tímida, mientras que Daniela, amiga de Shirly, también es una niña madura y adulta, que sabe perfectamente lo que quiere en la vida. No es tan brillante como Shirly y siempre está a su sombra pero es inteligente. Sin duda las niñas en 6º son las más fácilmente identificables. Se han ganado mi cariño por ser como son. Érica, Ingrid (hermana de Aura, de 4º B), Lesly y Sara. Érica es guapa, lista, simpática, sonriente, obediente, tiene ganas de aprender y es una de las niñas que tiene más carisma de entre las externas. Ingrid es simpática y tiene ganas, le tengo aprecio y cariño porque siempre me está haciendo bromas. Lesly parece que no se toma en serio pero es porque está en otros mundos habitualmente. Por último Sara es la más seria de todas las niñas y la que tiene más personalidad. De entre todos los niños tengo que decir que se ha ganado una parte en mi corazón Sergio, sin duda el más inteligente, humilde, honesto y respetuoso. No está a la altura de Shirley pero tiene nivel y tiene ganas. Probablemente sea el niño que más me respeta y eso lo siento. Con él parece que las bromas no van. Celson puede que sea el niño más serio, y uno de los que menos hablan y de los más bruscos. No es un buen alumno pero se porta bien y es respetuoso. Fredy es el más pequeño en estatura. Siempre va con un machete, lo que indica claramente que es un niño de campo profundo. Luis es el bromista de la clase y es un gran chico además. Marcos es el más callado y discreto de todos. Todos los niños varones son tremendamente respetuosos, cabales y comprometidos y no dudan en ayudar en la cocina si es necesario, en ayudar en lo que sea, son realmente corteses. Igual no son los niños más cariñosos pero demuestran un gran compromiso.


Shirly                                    Vilma

Daniela               Ingrid                          Sandra

Érica, sin duda una de las niñas más lindas

Lesly...está loca. 

Celson                Sergio





Por ellos soy feliz (4ª Parte)

En 4º B está uno de mis chicos favoritos de entre todos los cursos, se trata de Edy Colocho. El mejor alumno de 4º con mucha diferencia, aunque lo es porque está repitiendo debido a sus torpezas y creer que podía progresar sin esforzarse. Esa tonta suficiencia le perjudicó en el pasado pero este curso estoy intentando que no cometa errores de suficiencia como el pasado. Es un gran alumno pero a veces le pierde compañías que le hace sentirse superior. Como persona es un chico excelso, genial, super. Un varón grande que no teme los abrazos, que no rehúye las bromas, con una sonrisa, es guapo, es popular, es atlético, inteligente y un tío al que adoro y quiero cada vez más porque se ha ganado mi respeto porque es uno de esos niños que me escuchan y me oyen. De los chicos, Luis Pablo es el más popular, es el chico por el que muchas niñas están locas. Es guapo, inteligente, atlético y educado, es el alumno perfecto para cualquier profesor aunque no es precisamente un chico emotivo como lo es Edi. Ronaldo Benjamín es uno de los chicos que más admiro porque sabe que no es el más inteligente y que tendrá problemas para sacar el curso pero me tiene conquistado por su arrojo, su valentía, su capacidad para intentar ser mejor y mejorar. Tiene casta y eso me encanta de él. De las niñas la más problemática al principio fue Aura, sin embargo en las últimas semanas está teniendo un comportamiento extraño. NO hace más que mirarme, se aísla, se sienta sola, está alicaída y no habla con nadie. Me tiene realmente preocupado. Evelín es la niña guapa de la clase, guapa pero no hace nada, igual que Florinda, Telma, Doris y Elba, que hacen que este curso de 4º B sea el de peor actitud de entre todos. La peor de todas es con diferencia Elba pero sobre todo Gloria, que cada vez se porta peor y que lejos de mejorar, no hace sino empeorar. Yulma fue la primera niña que en mis clases se atrevió a leer en voz alta delante de todos. Tiene todo para ser popular pero prefiere no mostrarse y ser discreta, aunque no lo consigue. Tiene buena actitud pero no demasiado afecto, aunque yo intento bromear con ella, no le caigo simpático, aunque tampoco me preocupa ello en absoluto. Por último está la pequeña Lidia, que también hace esfuerzos por superarse cada día y hacer las cosas bien, pero le cuesta. 


Edi, uno de los mejores niños

Evelín                                   Gloria 

  
Lidia                                       Aura

Por ellos soy feliz (3ª Parte)

La última clase del lunes es la de 4º A. Los dos grupos de cuarto son bastante problemáticos para mí por su actitud. Las niñas que están en esta clase son Ana Luisa, Deysi, Flori, Glendy, Griselda, Yénica, Kimberly, Laura, Mirza y Yesenia. Ana Luisa es una de las sex simbols para los niños de otros cursos, sin embargo no tiene apenas actitud en mis clases. Sin duda para mía la mejor y la que tiene más carisma es Glendy, la niña que para mí lo hace todo bien. Es la hermana mayor de Miriam y Yaquelin. Es una niña espigada y que parece que tiene mal humor, pero es muy tierna. Se me haría raro que me diera un abrazo, pero con ella puedo hablar de cuestiones más o menos interesantes, o bromear. Es gran deportista y buena persona, he aprendido a admirar a esta niña porque tiene un gran corazón y que parece que no destaca pero hay que verla como hace las cosas con honestidad y humildad. Para mí es un gran ejemplo de niña a la que cada día quiero más. Flori es parte de un grupo de cinco hermanos huérfanos e internos. La conozco desde el primer día, tiene un gran carácter, no da su brazo a torcer y no se vende con nada. Puede llegar a ser muy testaruda. Le tengo un grandísimo cariño pero tiene carencias y lagunas importantes en clase que hacen que no sea precisamente una alumna modelo, tanto en actitud como aptitud, aún así Flori siempre ha sido de mis favoritas por su carácter indomable, aunque es cierto que se “casa” con personas extrañas y a veces su carácter la hace estar más sola que acompañada. Podría hablar durante muchas páginas de Flori porque con ella estuve todo el verano, al igual que con Cristian y otros niños, por eso mis vivencias con ellas son muchas. Verla en clase a veces es una ayuda y otras es un lastre porque conmigo le cuesta por no ser una figura importante para ella, o para ser más preciso, no me respeta como maestro y no cree que yo tenga nada importante que enseñarla y esa actitud es ciertamente pésima. Kimberly es una de las cuatro hermanas de Kristy (3º grado), también tiene una mala actitud aunque poco a poco va mejorando. Es una niña altísima y espigada, más alta que yo, y aunque al principio abruma, no tiene ninguna maldad y sí mucha timidez. Laura es, objetivamente hablando la más inteligente de clase, pero su inteligencia emocional no es la de Glendy. Hechos probados en mi clase me demuestran que tiene mala actitud y cierta soberbia oculta en una cara de niña buena, algo que intento ver y mejorar. Se ceba con otras niñas internas que no tiene su “popularidad”. De entre las niñas perjudicadas por Laura están Griselda y Deysi, que por razones que ignoro se excluyen de la clase y se omiten, en particular Deysi que al ser la mayor de todas las niñas tiene un comportamiento demasiado agresivo conmigo, pero esa agresividad no es más que cariño, pues no se trata de violencia, sino de una forma equivocada de darme cariño. Sé que me aprecia pero no lo demuestra debidamente. Grisela, por su parte, al principio me tenía una fuerte desconfianza pero ignoro cómo, me estoy ganando de a poco su confianza, aunque Griselda no es una niña sencilla por su historia personal. Por último están Yénica, Yesenia y Mirza. Esta última es del grupo de las niñas honestas y humildes, que siempre tienen una sonrisa y que pasan desapercibidas habitualmente pero que se agradece que estén por su buena predisposición, aunque echaría en falta más participación y que se mostrara más. Luego está Yesenia, una de las buenas alumnas y la única de todos los niños con sobrepeso, de lo que intuyo que no es precisamente una niña con problemas económicos. Ese buena niña pero a veces se junta Laura y Kimberly que no tienen precisamente las mejores actitudes para estudiar. Sé que Yesenia a su manera me aprecia.


Pasar de voluntario a profesor me ha permitido sobre todo conocer a estas niñas. El ámbito de actuación de un voluntario hombre se reduce considerablemente, ya que sólo se ocuparía de la casa de donde es orientador, en mi caso sería varón pequeño. Sin embargo, ser profesor me permite estar al menos una hora a la semana con todos los niños, tantos los internos, como los externos, y tener otro tipo de experiencias. 

Flori                              Ana Luisa

Deysi                          Glendy       


Por ellos soy feliz (2ª Parte)

Ese mismo día, el lunes, recibo por un lapso corto de tiempo un terremoto o vendaval llamado 3º grado. Es el grupo más numeroso con 28 niños. Los niños que logro recordar su cara son Aaron, Avelardo, Carlos Choc, César, Cristian (mi Cristian pequeño), Danilo, Eric Alejandro, Estuardo, Ever, Fredy, Gustavo, Humberto, Luis, Melvin, Óscar y Rudy. Entre los niños hay bastante personalidad. Avelardo es de entre todos el más inteligente y el que tiene más ganas por hacer las cosas bien. Es interno y hermano de Santiago (de 2º B), sin embargo, no tiene nada que ver con su hermano. Es discreto y trabajador, educado y nunca da un problema. Es el alumno perfecto pero sin demasiado carisma debido a su rectitud, ya que casi parece un pequeño adulto o en vías de madurez, sin embargo, al estar en la casa de varón grande de los internos está teniendo otras influencias que le están cambiando esa rectitud y está comenzando a ser moldeable y maleable. Rudy es un niño con el mismo benefactor que Gerson, de 2º A. Intenta estar a la altura pero se nota demasiado la influencia de su benefactor. Aún así le pone muchas ganas en clase y es uno de los populares y de los que siempre se espera algo bueno que aportar, además, nunca calla y siempre intenta superarse. Tiene cierto carisma. De los niños el segundo que más me encanta es Danilo. No porque sea el más inteligente, ni el más alto, ni el más guapo, no, ni mucho menos. Danilo es si acaso un niño más bien torpe, a veces va errático en clase, pero es esa actitud errática la que me causa gracia. Estaría riéndome todo el día de Danilo, no de él, sino de su forma de hacer las cosas. Tiene muchas ganas de hacer las cosas buenas pero al mismo tiempo es una montaña rusa, una bipolaridad infantil fantástica. Es capaz de levantarse, hacerme gritar, enfadar y descojonarme de la risa, todo eso al mismo tiempo en menos de cinco minutos. Una clase intensa con Danilo es algo pocas veces superable. Tengo que explicarle las cosas como unas diez veces pero él sigue insistiendo, no tiene vergüenza en preguntar las veces que haga falta, y aunque no haga la tarea de forma adecuada, su esfuerzo por entender es encomiable. Me encanta Danilo por su forma de ser. Sin duda alguna el niño de mis ojos es Cristian, hoy en varón grande, pero hace unos meses en la casa de varón pequeño. Hablar de Cristian me podría llevar hojas interminables. Fue el niño que más me hizo aprender, el que más me llevó al límite en los primeros meses. Se portó todo lo mal que un niño se puede portar. Lo amo como si fuera mi hijo y echo de menos nuestros momentos. Siempre tenemos nuestras coletillas, él me dice: “Es complicado” en alusión a algunas explicaciones que intentaba darle. Yo le digo una frase suya: “Como chingan esos patojos”. En clase no es el primero y más bien está en el vagón del medio, pero poder ver a mi Cristian en clase es una de las mayores suertes que puedo tener.

Después tenemos a un grupo de niños perdidos en este tercer curso y que buscan identificarse y aprender algo dentro de clase, se trata de Aaron, César, Fredy, Gustavo, Humberto, Carlos Choc y Luis. Todos tienen su personalidad pero si se trata de hacer deberes no destacan. Sin embargo, para mí Fredy será siempre el chico que recibió una pedrada de uno de los chicos internos más grandes, Selvin. Por último me refiero a los peores de la clase, que aún siendo los peores para mí son necesarios porque me dan mucha vida, se trata de Melvin y Eric Alejandro, tan tiernos como desastres, el primero fue expulsado tras abrirle la pierna a otro compañero con un azadón. Mención aparte es la de Estuardo, un chico con un gran problema de actitud, con una agresividad y unos ojos llenos de ira muy extraños, me resulta un niño muy interesante. De todos los niños, sólo Cristian y un poco Danilo. Las niñas son Kristy, Dania, Daniela, Dilcia, Érica, Heidi, Lesly Gisel, Marta, Saida, Wendy y Amalia. Kristy es la hermana de Clariza (2ºB), que además tiene 4 hermanas más, una en casa curso y de las que ya hablaré. Es una espigada niña que baila super bien. Dania es la hermana mayor de dos niñas muy especiales para mí de las que ya hablaré. Dilcia es la hermana de Gerson (2º A). Es, junto a Avelardo, la mejor de la clase, aunque su carácter es problemático debido en gran medida a su competitividad. Es buena deportista y es la niña menos femenina de todas, pero también es dulce y suele sonreír con frecuencia. Lesly Gisel es hermana de Melani (2º A), y como su hermana, es deseada y querida por todos los niños de su grado, pero también de cursos superiores. Como estudiante no es más que nadie pero tiene un buen comportamiento y es cariñosa. Saida es, probablemente la niña más cariñosa conmigo. La conozco desde hace tiempo y aunque hablan mal de ella por ser interna y ser bastante traviesa, conmigo en clase y en actividades fuera de clase Saida es una niña ejemplar y que también me da un poco de cariño. Wendy y Amalia son las niñas que hablan Qekchí y además son muy tímidas. El caso de Amalia es curioso porque tiene un porte típico de una niña desnutrida, como de hecho fue así antes de llegar al colegio. Amalia tiene aspecto de “vieja”. Yo no sabía quién era hasta que marqué un ejercicio y la única que lo hizo perfecto y con la mejor letra fue ella. Me dejó tan contento como impresionado. Se ganó tanto mi respecto como mi cariño. Wendy es aún más tímida que Amalia y aunque habla español por vergüenza apenas lo habla y si acaso habla Qekchí, pero son contadas las ocasiones que la he escuchado hablar.... 

Aaron

Daniela                      Amalia  

                                                                             Cristian

Eric Alejandro                  Dilcia


Estuardo

Lesly             Kristy

Luis

Melvin

                                                    Wendy                                Saida