Odiando que
me dejes hablando solo y me cortas el teléfono y yo quiero matarte
Odiando que
no me respondas los mensajes, dejándome las palabras mías inconclusas.
Odiando los
silencios de días en los que el orgulloso dice no a esperar una respuesta
Odiando que no
demuestres o valores con el mismo amor que el mío, el que yo esté
Odiando que
seas contradictoria, que cojas y sueltes al “otro” mientras miro expectante
Odiando la
expectación de mirarte
Odiando el
poder alcanzarte, ser digno de tu atención
Odiando tu silencio recóndito hacia mi odio.
Odiando tu silencio recóndito hacia mi odio.
Odiando desearte
tanto, que me provoques de la forma más natural
Odiando tu
sonrisa, tu grácil movimiento
Odiando tus
pechos, tu culo, tus brazos, cada cachito de ti
Odiando la
espera cuan Penélope, ya con desesperanza aún esperanzada
Odiando
odiarte para amarte de una forma paroxial
Odiando
creer como el sol que jamás yaceré contigo
Odiando
saber que vivirás y a mí no me lo deberás
Odiando la
vehemencia de estas palabras
Odiando
noches en vela esperando que veles conmigo el recuerdo tuyo
Odiando las
palabras que le dices a “otro” y no a mí
Odiando que
seas tan imprescindible y ni lo sepas
Odiando que
estés tan cerca como lejos
Odiando que
a veces te quiero a millones de kilómetros y otras…a milímetros
Odiando
decir que estoy enamorado y negándolo muy fuerte
Odiando
tener celos de aquel al que le depositas tu sonrisa y tu picardía
Odiando que
te sea tan fácil olvidarme
Odiando que
te sea tan prescindible
Odiando que
no ames lo que yo sí
Odiando el dolor que me causas sabiendo que piensas en otro
Odiando que tu cuerpo, tu corazón no sea mío
Odiando esta sinrazón mía que no en días como hoy llora
Odiando que te vayas a Asturias sin mí o con él.
Odiando extrañándote tanto que ni tan siquiera logras imaginar.
Odiando que llore ahora mientras tú eres justa o injustamente feliz sin míOdiando el dolor que me causas sabiendo que piensas en otro
Odiando que tu cuerpo, tu corazón no sea mío
Odiando esta sinrazón mía que no en días como hoy llora
Odiando que te vayas a Asturias sin mí o con él.
Odiando extrañándote tanto que ni tan siquiera logras imaginar.
Odiando que ignores todo lo que me provocas
Odio obsesionarte y que ni tú ni nadie lo sepas
Odio callar, amordazarme y atarme para no decirte o ir a tu encuentro
Odio este dolor frustrante de amarte
Odio estas lágrimas incesantes, invisibles, incoherentes que tú provocas
Odiando pasar las noches acompañándote y luego pasar a la historia sin ti y sin mí
Odiando odiarte...
Y así me dejas mientras mi patria te recibe con el hombre equivocado.
Que canción tan bonita la de Ismael, que voz tan preciosa, tan emotiva, me ha puesto la flor de piel con esta canción que ya he escuchado dos veces... ¡gracias por compartirla!
ResponderEliminarEn cuanto al odio, este viejo odio que me deja solo rencores que me lleva siempre de la mano, que me embarga de nostalgia, de dolor y decepciones...
Un abrazo
Jo Ana, qué bonico. No había visto tu comentario. Qué torpe soy. Gracias por tus palabras y por no olvidarte de mí, ni de este rinconcico. Un abrazo gigante.
ResponderEliminar