Le gusta las canciones con fondo de violín, pero es fan de un pianista llamado Tomeu. Le tiene
miedo a su enfermedad o mejor dicho, al dolor que puede causarle. Es ‘Sabinera’,
rockera, rapera y femme fatale. Es muy victimista, un poco obsesiva cuando se
enamora, muy contradictoria, rencorosa, extremista en sus sentimientos hacia sus seres
queridos (hay que saber amar estos defectos en toda su esencia). Es bella por dentro por su inteligencia, su fuerza, su capacidad de
lucha, su dulzura, ternura, por su racionalidad capaz de achantar al más
profundo de los sentimentalismos. Es un poco plañidera e hipocondríaca. Es un
bellezón por fuera. Nada más que decir además de que es atractiva y físicamente
para mí, en mi gusto personal, es perfecta con todas sus imperfecciones. Y
conozco casi todos los puntos débiles de su cuerpo aunque nunca me haya dejado
tumbarla atacando su debilidad física.
Ella sueña con viajar por todo el mundo como su amiga médica que viaja
por todo el planeta. Sueña con crear un Gabinete Multidisciplinar para niños
sin recursos. Sueña con un montón de cosas, entre otras, con un hombre
que la mire como aquel que miraba a Audrey Hepburn por la ventana en “Desayuno
con diamantes”. Sueña con que ese mismo hombre sea un tipo duro pero
sentimental, risueño y camaleónico aunque es tan sumamente contradictoria que
bien podría irse con alguien que es todo lo contrario o que carece de estas características. Almuerza casi siempre con su abuela, que la mima, le hace la comida y siempre está preguntándose por qué una belleza como ella no tiene pareja formal (y yo pienso que es porque no me quiere).
Tiene una extraña enfermedad que la hace heroína, y por tanto, mi
droga favorita. Le tiene pánico a los aviones, tanto que nunca los coge. Le
tiene tanta fobia a volar como al dolor físico, por eso es remisa a cosas como
el dentista, aunque vaya a las revisiones. Sus dos talones de Aquiles son, su abuelo de Madrid y aquel pianista,
Tomeu. Dos de las claves para que sobreviva y sea feliz.
Es despistada (y mucho), es
apasionada en el amor (con quienes no debe a mi entender), soñadora (cada vez menos),
indecisa (cosa que no reconoce), a veces jactanciosa (algunos la creen
prepotente), a veces miedosa. Se queja demasiado de cosas que hacen que se
ahogue ya no en una vaso de agua, sino en una taza minúscula con apenas agua. Es un desastre por cosas como perder un barco, pasarse más de dos días sin dormir y comer...entre otras cosas.
Tiene una dulzura odiosa, es capaz de provocarte una mutación genética
que haga que te aparezca una molécula ABCR y derrita tu sangre tan sólo con una
mirada profunda o con una voz cargada de amor y/o ternura. Puede derretir tu sangre en unas pocas palabras que
lleguen aunque tú, sabedor de su maldad, intentes soslayarla en un bar en el
que acabas hablando toda la noche de ella con dos desconocidos o se te aparece
en el mismo bar en la cara y forma de la mujer que estás follando para
olvidarla sin ningún tipo de éxito. Es capaz de aparecerte por la calle para
hablar contigo en una visión extraña como la unión de los cromosomas 7 y 11. Ella
sabe todo lo que sientes y prefiere intentar no hablar de ello de ninguna de las maneras. Ella es esa pastilla que separa los cromosomas 7 y 11 para hacer que la enfermedad pase al estadio de remisión completa, pero no, no es así, y yo estoy enfermo de ella.
Es una maestra
evitando conversaciones incómodas y cambiando de temas. Le encantan los niños
hasta el punto de que desea tener al menos uno y porque trabaja con ellos y le
provocan esa ternura muy suya que se solapa con su parte más mujer y que a mí
me vuelve inútilmente loco. Su trabajo la hace feliz, al igual que sus amigos aunque a veces se sienta sola, nunca lo está y tiene a un buen montón de personas que darían todo por ella, aunque ella eche en falta precisamente a esas dos-tres persona que la hacen sentir...pues "así" en uno de esos días de debilidad. Tiene consigo varias personas que pueden variar en
función de la etapa (de 5 a 7). Tenemos a la mujer pasional, la soñadora, la
sentimental, la racional, la distante, la borde, la comunicativa, la psicóloga, la displicente, la provocativa, la sexual.
Ha sido modelo y es capaz de poner de acuerdo a un buen montón de hombres en
cuanto a que es una mujer 10, aunque muchos sepamos que su perfección está en
ese 6-7 porque sus defectos (que son muchos), la hace más perfecta que
imperfecta en el colmo absoluto no sólo de la contradicción o la incongruencia
sino de una entropía que en algunos como yo, genera una total y absoluta
negentropía maravillosa y auténtica que nadie, ni ella misma, es capaz de
entender.
El día 13 de marzo, exactamente ese día me enamoré de ella. Iba en una
guagua desde San Joan hasta Alicante mientras leía un mail suyo y escuchaba “Tengo
ganas de ti” de Clara Lago y pensaba pasionalmente todo lo que decía esa
canción al tiempo que afloraba toda la primavera del amor, los muros se rompían
y sólo quería dejarme llevar por su locura más loca y literamente secuestrarla a sabiendas de que ella se dejaría. Cada noche, antes, me invitaba a dormir en su cama y yo moría cada día de felicidad extrema.
“Esta semana pensé en
secuestrarte en mi casa, luego miraba tus fotos al irme a dormir.
Quiero saber cómo eres, saber
qué te pasa y por fin que me conozcas y que te enamores de mí...
Todas las noches me acuesto y te
busco en mi cama y tú nunca estás, pero sé que mañana
ya nunca podrás olvidarte de mí.
Voy a ser tu pesadilla de noche
y de día y tú me dirás, eres toda mi vida; no digas que no, aún no has estado
aquí...”
Luego todo cambió hasta el punto de quedarme yo en un pedestal
esperando a que ella subiera conmigo aunque la decisión no es mía sino suya y que
suba aquí no depende de mí. Pero conozco mil detalles de ella. Ella cree que es
muy habladora, pero yo lo soy más, cree que es pasional, pero yo lo soy más,
cree que gesticula mucho, pero yo lo hago más. Proyecta muchas cosas suyas en
los demás y en mi mismo, para bien pero últimamente para mal.
Nada me satisface más que ayudarla, ser su guía en el tortuoso camino,
pero me satisface más escuchar algún día de nuevo una declaración como la que
me hizo allá por el domingo-lunes 17 de marzo y que me diga todas aquellas
cosas que hacían que mi corazón se retrotrayera a los 7, a los 17 y a los 27
años pensando que el amor ideal, soñador y puro era posible hacia mí.
Me encantaba hablar con ella de temas como la muerte de Hugo Chávez en tono de broma, o de todas las canciones ideales en según qué momentos. Me encantaba hablar de temas banales como Gran Hermano y Mercedes Milá o las zorrascas. Me cautivó al saber que sabía de Geografía y que sabía qué eran los SIGs.
La admiro, pero no la idealizo, la quiero pero porque quiero quererla no porque la necesite aunque a veces me obsesione, he podido y puedo vivir sin ella (aunque cuando no está la echo de menos). Ella me ha hecho sentir un hombre completo y lleno. Cada semana por todo lo que he contado es como una montaña rusa en la que cualquier cosa puede pasar, desde no hablar en cinco días hasta pasarnos desde el lunes hasta el sábado hablando sin parar de todo o de su tema favorito y que yo detesto (el "otro"). Antes hablábamos de mil cosas en clave de sueño mutuo y compartido.
Y este es mi homenaje a los cuatro meses que hace que la
conozco y que han hecho que me cambie la vida y gire 180º. Un homenaje vacuo, pues durante ese momento estará con otro en mi segunda patria, y yo trataré de no pensar para no morirme de envidia primero, por no estar en Asturias, y de celos después. Pero a estas alturas somos capaces de aguantar en arduo y penoso camino.
Ella aún no se ha ido de mi vida y yo todavía pretendo llegar a la suya.
pd: Y aunque haya parecido que he sido cruel, malo, malvado o injusto, aquí tenéis la prueba de que puedo llegar a ser todo lo contrario, posiblemente lo más bonito que le haya escrito a nadie jamás:
http://revolucionhypnostan.blogspot.com.es/2013/04/cosas-que-jamas-te-dire-cara-caray.html
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