Una despedida a cámara lenta


Se me van los días en Tenerife, en Canarias. Se me van. En apenas unos pocos días estaré partiendo hacia tierras lejanas. Mi idea es clara y fija: no volver. La vida es una y después de haber estado años sentado delante de un ordenador y en una biblioteca estudiando, enamorándome, buscando o sin buscar a una mujer, poniendo todas las ganas para intentar ser bueno en lo mío…después de todo eso toca partir cuando las perspectivas no van más allá. Algún buen colega me ha dicho que soy muy ambicioso, otros me llaman valiente, los más atrevidos incluso han dicho que me admiran. Lo primero es falso, no creo ser ambicioso, o bueno, para ser más claros, ambiciono cosas tan sencillas que aquí no las encuentro, no las veo. Me siento estancado, quizá acomodado en situaciones que yo defenestraría. Cuando estaba en la cama del hospital en 2009 quería salir y comerme el mundo…o que el mundo me comiera a mí. Una de dos. Lo segundo lo encuentro exagerado y propio de personas que disculpo por su inocencia. No soy valiente, no soy alguien a quien admirar… o bueno, puede que sí. Que me lo digan me ruboriza y, obviamente, no me lo creo. Yo me siento muy orgulloso por lo que voy a hacer, sólo si lo llevo a tal efecto, que lo haré.

Esta semana han sido las despedidas más duras. Mis compañeros de Geografía. Fue muy duro. No imaginé que pudiera llorar como lo hice. Al día siguiente volví a llorar, y al tercer día, también. La lagrimilla en los ojos y yo maldiciendo esta isla porque en verdad no imaginaba que lloraría por irme de aquí. Pero llevado por el principio personal que reza: las personas son las que hacen especial un lugar, ergo, Tenerife es especial por esas personas, pero sobre todo por lo mucho que los quiero.

Pero es hora del plan B. Aunque en mis más fervientes deseos y allá en el fondo es lo que anhelo, ahora ya no quiero tener una chica, una pareja, ni tan siquiera una vida sencilla o fácil. No, ahora busco un crecimiento personal, hacerlo por mí. Supongo que eso acarreará infinidad de problemas pero si no lo intento, nunca me lo perdonaré. Tengo que dar este paso. El plan B consiste en echarme a andar por el mundo, dando igual todo, sólo quiero recorrer y no estar más de un año en un lugar. Al menos ese es el inicio. La primera parada: Alicante. Para mí esta despedida es definitiva, no habrá vuelta atrás. Y el primer paso llegará el próximo seis de septiembre. Internet comenzará a ser un privilegio para entonces. Ya no tendré una casa propia, ya no estaré asentado cómodamente en mi burbuja. Quiero reventar esa burbuja y hacer hasta lo imposible por recorrer, por conocer personas, lugares, ganarme la vida por mi mismo y saber que soy capaz. Necesito humanidad. Guatemala, Centroamérica, será mi segunda parada dentro de unos meses, pero lo primero es eso. Y como que me llamo William que lo haré. Aunque acabe pobre, aunque acabe reo de mis propias ensoñaciones.

Mi padre lo hizo hace décadas, luchó por si mismo saliendo de estas islas para lograr tener un futuro mejor. Si se quiere, en una nueva dimensión, voy a emular a mi padre, aunque con todas las diferencias del mundo. No me importa fenecer en este intento, pero si me quedo en Tenerife sé que será una forma de morir preso de un pasado que ya no es mío, de unas calles que me olvidaron, y de una ciudad, la capital, que sigue siendo una enemiga psicológica.

Esta noche, penúltima despedida. Ya va quedando menos. A partir del 6 de septiembre mis escritos quedarán, en su mayor parte, en mi desván privado, en mis hojas desaliñadas, en las que ya podré contar hasta el más ínfimo detalle. Seré un poco más libre, un poco menos acólito. Pero claro que echaré de menos, sobre todo en esta última temporada, los escritos y comentarios de Cris, y desde luego que a mi amiga Ana Bohemia. La blogosfera me ha dado cosas, sobre todo personas geniales. Pero en toda vida es necesario un cambio. Y esta es mi hora. 

1 comentario:

  1. Mucha suerte aventurero, que los vientos te sean favorables, hay un mundo entero que patear... Te echaré de menos, amigo romantico. Un gran abrazo de tu amiga bohemia.
    ;)

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