Casi una despedida

Y luego caes y te das cuenta de que levantar muros es una excusa para mantenerte firme. Pero la verdad es que no lo olvidas y es en noches como estas en la que caes con todo y no puedes parar de pensar en ello. Y te odias por pensar así. Y lloras, lloras mucho por ello. Y te das cuenta de que el tiempo ha pasado y lo que más has hecho en estos años ha sido llorar y gritar de locura.

Y...me pongo a pensar en las cosas buenas. La vida me ha regalado muchas cosas por la que le doy gracias.
-Me ha regalado el amor sincero de dos o quizás tres mujeres (parejas).
-Me ha regalado años de trabajo y la suerte de haber influido en una parte de la sociedad al ser periodista.
-Me ha regalado la posibilidad de ayudar a sentirse bien a los demás.
-Me ha regalado poder trabajar aunque sea dos meses de geógrafo (inolvidable)
-Me ha regalado noches de bailes, de felicidad absoluta y entrega.
-Me ha regalado la posiblidad de viajar y conocer otras tierras lejanas a las mías, aunque sólo estuvieran a 20 kilómetros de distancia que para mí, entonces, era mucha distancia.
-Me ha regalado cientos (literalmente) de aventuras en montes, carreteras o tierras perdidas de Marruecos o la península ibérica.
-Me ha regalado la posibilidad de estar en una manifestación y de luchar por mis derechos en libertad.

-Me ha regalado la vida que en ocasiones sentí casi perdida o agonizante o que me devolvió al mundo de los vivos con sólo 4 años.
-Me ha regalado una libertad que no pedí pero que me inventé y disfruté.
-Me regaló al capacidad de amar infinitamente a personas que no se han dado cuenta de ello u otras que quizás sí.
-Me ha regalado, en edad adulta, un amigo para toda la vida. Un segundo padre (mi amigo El Sabio)
-Me ha regalado la pasión por la música y la capacidad de disfrutarla y vivirla.
-Me ha regalado la posibilidad de sentir, al menos una vez, que tengo una madre que nunca tuve.
-Me ha regalado un sobrino, un ahijado por quien daría la vida y cualquier parte de mi cuerpo.
-Me ha regalado la posibilidad de sentir las cosas buenas como las cosas más maravillosas.
-Me ha regalado la virtud de ver las cosas, la vida, a cámara super lenta y disfrutar hasta tres veces más.
-Me ha regalado la oportunidad de conocer en mi última etapa a una persona, una mujer maravillosa. 

Hay muchas que acaban: ciclos, etapas, carreras, másters, vidas, amigos, amores. La vida es una canción que sabemos bien en qué punto comienza pero si no miramos el reproductor y no estamos atentos, de repente se acaba, como un atropello. Se acaban las ideas, las palabras, las melodías, la inocencia. Se acaba todo aquello que esta sociedad occidental te pide para ser adulto y cumplir los valores de dualismo o materialismo. Al menos yo he sido un gran experto en la finalización de todas esas cosas. (Pero también sé bien cómo recomenzar)

Pero esta soledad física, no víctima, es la que es, la que tengo. Aterido me hallo porque ahora en esta última vida, de las 9 ó 10 vidas (literalmente) que he tenido la suerte o desgracia de tener, es cuando encuentro un final a todo porque he decidido romperme y romper mi vida por ser incapaz de negar las verdades absolutas, las certezas ínfimas y rasgadas a flor de piel. He decidido ver el sol a media noche, las estrellas del cielo azul del mediodía. Sabéis que esas cosas existen, que no es algo que invento. Lo habitual es ver los luceros de noche, y el astro Rey en horas centrales pero no eximamos la otra cara de la verdad como la existencia de la otra cara de la luna. He decidido que se acabó ser víctima y verdugo de las situaciones. Me quiero ir a experimentar la vida en un contexto diametralmente opuesto. Quiero aprehender algo que aquí jamás podría, algo en la suma pobreza de aquella vida, me aporte la riqueza egoísta de aquel que sólo busca encontrar el nacimiento de un nuevo Nilo como hicieron en el siglo XIX Burton y Speke, como hicieron los grandes aventureros y expedicionarios geógrafos del siglo XVIII y XIX, como Humboldt, como Darwin. Quiero descubrir la otra cara de la vida, incluso la más cruel. Necesito experimentar la crudeza en toda su esencia a costa de dar mi vida "cómoda" en estos lares. Fríamente os confieso que estoy más que preparado. Con el corazón en la mano, me desgarra la tristeza de la facilidad de una vida, una vida que es demasiado de plástico y demasiado 'virtual' para mi gusto. Anhelo el cara a cara como que te cojan de la mano, como una sonrisa de un niño. Anhelo, en definitiva, una vida de verdad y humana en una sociedad, ésta, demasiado "wasapeada", excesivamente "virtual". Yo ya no he sabido sortear estas trabajas tecnológicas para poder viviros personalmente. Y no sé o no he encontrado la manera de luchar contra ello incluso en la propia isla de la que procedo, en la que quedar con alguien era un ejercicio de paciencia y altruismo para no perderte en la desesperanza de la escasa distancia y la imposibilidad simplemente de tocar, abrazar o reír junto a alguien querido. Me cansé de estar esperando en una vida tediosa y que yo la traduzco en una aventura diaria por mor de mi capacidad para "emocionarlo" todo. 



Lo que siempre busqué se me niega o peor, me lo niego yo mismo. Ahora sé más que nunca mi destino, lejos de esta tierra ibérica. No puedo negar la evidencia ni la realidad que tapono con sueños idealizados que sé que no tendrán posibilidad. Y ahora, de esas quizás diez vidas que he tenido a cámara super lenta sería capaz de recordar como mínimo una historia de esos amigos que he tenido o que tengo y que nunca jamás olvidaré y los podría nombrar a cada uno desde mis cuatro años de edad: Jenifer, Manuel, Jenifer (II), Rayco, Nayra (I), Mila, Débora, Alis, Luz, Lili, Vikingo, Iván, Chipi, Joe, Ronald, Nayra (II), Ana, Luisa, Beritam, Alberto, Aaron, Manolo, Carmen, Chiquinquirá, Pamela, Karina, Kire, Alfonso, Néstor, Isra, Carlos, José, Violeta, Gladys, Airam, Guille, Julia, Mariajo, Ana Belén, Virginia, Alicia, Kunfu, Tony, Germán, Sarita, Yanira, Mari, Dani, Aura, Juanjo, Bea, Ago, Bego, Esaú...si no me olvido de alguno más que creo que no. A estos, añadir los "irreales", los blogueros (pocos pero seguros).

Pero sobre todo no olvidaré las mil y un historias de los amores que fueron y los que no fueron por mí o por ellas, son estas últimas las que más han invertido mi tiempo y mis acueductos lacrimales desde que tengo uso de razón y que recuerdo perfectamente: Mairim, Evia, María, Carla, Yaiza, Laura, Melina, Eva, Lorena, Nere, Andrea, Yolanda, Rebeca, Clara, Alba, Virginia, Goiz, Ainhoa, Estefanía.

Y mi familia es corta: mi madre, mi hermana, mi sobrino, mi tía, mi primo el pequeño, mi prima la mayor y mi abuela. Todos ellos a miles de kilómetros.

Aquí no está ninguno de esos amigos, no está ninguna de esas mujeres, no está la familia. No existen a las tres de la madrugada una persona con la que puedas hablar, sí, sé que uno o dos pensarán: "oye, que yo sí". Pero la cuestión es atreverse o que sientan la desazón del corazón sin tú tener que llamar, esa simbiosis. 
Soy un ser silvestre con ansias de ser domesticado pero que no se deja o que se aleja. Experto en perder oportunidades, personas, en perder cariño. Experto y doctor en el acto de malgastar el amor como si fueran caramelos de cinco pesetas.

Hablaré claro, este será el penúltimo o quizás antepenúltimo post. Tengo otro blog de música toda programada para que alguno si me echara de menos. Palabras ya escritas. Este post es para nombrar a todos los que han pasado por mi vida y que han dejado huella y que la mayoría se han ido o no están, pero todos con un factor común (salvos las parejas de verdad: Nere y Goiz): desconocimiento absoluto de mi día a día, de los millones de pensamientos que a la semana o al mes pasan por mi cabeza. Desconocimiento de la zozobra, de la obstinación, de todo lo que en mí sucede.

Sé que no soy único en ninguno de los aspectos comentados. Hay auténticos héroes o heroínas, personas que han superado o están superando leucemias, que han superado el terror de una infancia imposible de digerir para casi nadie. Personas que han superado adicciones, intentos de suicidio, ganarse en parte su vida en las esquinas y que sin embargo, se han hecho a si mismas. Hay muchos nombres de esos que he nombrado que admiro e idolatro por muchas cosas. Esas personas son las que importan y las que quedarán indeleblemente grabadas en mi corazón junto a mis dos novias y los amores que no fueron, sobre todo, por causa lógica, el último.

Estoy a punto de cometer una locura. No ahora, sino en octubre. Oficialmente hoy renuncio al amor de mi vida, aquella ciencia que me entró como una vivaracha muchacha con apenas 11-12 años y que hasta hoy se ha inmiscuido en todos mis asuntos generando hasta sexo con mis dos novias oficiales. Ha sido mi amor y la que me ha mantenido con vida los últimos 7 años.

Esta entrada, como intuiréis, suena a despedida. He hecho o comenzado a escribir lo que en mi despedida dejaré a cada persona.  Esta noche estoy siendo consecuente y cuerdo. Creo que llevo mucho tiempo amagando y estoy buscando una excusa para no irme cuando el destino y yo mismo saben que tengo que hacerlo y lo sé pero lo he tratado de ignorar o soslayar con muchas personas o sentimientos.

Cuando cierre definitivamente el blog lo sabréis. Mientras tanto espero y deseo que los que me leen y que sé quienes son los habituales, paséis un gran verano. Sé que con la mayoría de los "comentaristas" me despediré en privado por mail. Pues eso, vivid y con ello, sed felices. Nos escribimos en septiembre. 

Detalles con los que me ganas o con los que me pierdes

-Una canción al día, o una canción a la semana, o una canción a secas que no conozca que me guste y que recuerde a la persona por esa canción. Por ejemplo, mi amiga de Bilbo, me descubrió a Marwan, una ex amiga me descubrió Angie de Rolling Stones. Así me ganan por siempre aunque se vayan. 

Que me respondan a los mails, o los wasaps, al igual que yo, que no puedo estar sin contestar mails y wasaps. Me fastidia muchísimo que no me contesten los mensajes. Así me pierdes. 

Que dejen pasar el tiempo y se olviden de que existo porque crean que como ya estoy solo un poco más de soledad no se notará o por el motivo que sea. 

-Que me mimen, cosa difícil a tenor de las vivencias. No es fácil, ni sencillo pero quien toca esa tecla, me tiene ganado para la eternidad y me gana por completo. 

-Que me halaguen, claro, a quien no lo gusta, pero que lo hagan con razón y no para bailarme el agua. 

-La inteligencia unida a la vehemencia o lo sentimental. Verlo en otra persona y admirar como se desenvuelve sin ser un desalmado, me gana. 

-La humildad, la empatía, pero de la sincera, de la que no presume sino de la que te das cuenta de repente. 

-El sol cuando hace falta mientras camino improvisadamente. El sol a veces y sólo a veces, me gana. 

-Hacer planes y soñar junto con otra persona, pero hacerlo con compromiso e intención de cumplirlo…porque yo siempre cumplo mis promesas, porque es una forma de ganarme a mi mismo también. 

Que me den en mis puntos débiles cuando hay una crisis. Es de lo peor que alguien me puede hacer. 

Abandonarme u obviarme, pasar de mi o sentir la displicencia para conmigo, eso me genera frustración, tristeza, desconfianza, así, me pierdes. 

-Que me dejen entrar en sus vidas para quedarme y no sólo para un rato, y poder ser de utilidad para hacer sonreír pero también para arrimar el hombro en las malos. Esos detalles, me ganan por siempre jamás. 

Que se den cuenta de lo que hago, no por reconocimiento, sino por gratitud que viene a ser un poco lo mismo, pero diferente. Damos sin esperar nada a cambio pero a veces nos piden mucho, no sabemos decir no y nos desangran sin procurar hacer las debidas transfusiones. Eso me pierde a lo largo de un camino (corto o largo). 

Que crean que soy un psicólogo o que lo sé todo y que sólo cuenten conmigo para lo malo, no es bueno, me pierden así. 

-Que me recomienden pelis porque saben que me van a gustar, o libros, o lugares, o que me dediquen algo así como una canción (Marwan en dos conciertos me dedicó “Mi paracaídas” y en mi cumpleaños “En mi cabeza”. Para toda la vida me tiene ganado como fan y como ser humano. Nadie ha hecho algo así por mí. 

-O que se acuerden de mí para que este mismo hable conmigo por teléfono y esa amiga me retransmita un concierto suyo mientras yo estoy perdido en Jaén…por ejemplo. 

Llamar repetidas veces y que no me cojan el teléfono a sabiendas de que he llamado. Con eso me pierdes de todas, todas. 

Decir barbaridades sin sentimientos, cosas nefastas del tipo desear mal a alguien o la crítica por la crítica feroz, con eso, no sólo me pierdes, sino que me hace preguntarme como es posible que tenga fe en las personas aún. 

-Una voz tierna al oído, un beso a tiempo,  que me hagan callar con sutileza femenina, eso me gana…y mucho. 

-Sonrisas de ilusión, bisoñas y apetitosas así porque sí, me gana mucho. 

-Con una buena comida o que se acuerden de mi plato favorito. Detallazo. 

-Con un abrazo gigante, con eso, me ganas siempre. 

-Que me volváis locos a llamadas, mensajes, mails, wasaps hablando recíprocamente de nuestras vidas (cosa que casi nunca ocurre), me gana y me hace sentir rico. 

Los gritos, los insultos y las malas formas, así me pierdes poco a poco. 

La manipulación, hacer lo simple complicado, el creer que los imposibles son imposibles, el no tener fe, el cambiar de ideas sin darte cuenta de que juegas con los sentimientos de otro. Con eso no me pierdes, me destrozas. 

-El sexo con amor, lo mejor, con eso me ganan. 

-Que el día menos pensado y sin venir a cuento, sólo porque sí, me sorprendas con algo intangible pero maravilloso (incluso una foto), con eso me ganas. 

Y no sé cómo estará la balanza, lo he dicho sin pensar e igual me repito. Tengo fe y tengo el corazón y la ventana abiertas. Los problemas no se solucionan igual el mismo día, pero quizás pasada una semana la perspectiva sea diferente. Nunca temáis a pedir perdón o a perdonar. Puede ser el mejor día de vuestra vida con un recomenzar. 

Porque así me dejas...

Odiando que me dejes hablando solo y me cortas el teléfono y yo quiero matarte
Odiando que no me respondas los mensajes, dejándome las palabras mías inconclusas.
Odiando los silencios de días en los que el orgulloso dice no a esperar una respuesta
Odiando que no demuestres o valores con el mismo amor que el mío, el que yo esté
Odiando que seas contradictoria, que cojas y sueltes al “otro” mientras miro expectante
Odiando la expectación de mirarte
Odiando el poder alcanzarte, ser digno de tu atención
Odiando tu silencio recóndito hacia mi odio. 
Odiando desearte tanto, que me provoques de la forma más natural
Odiando tu sonrisa, tu grácil movimiento
Odiando tus pechos, tu culo, tus brazos, cada cachito de ti
Odiando la espera cuan Penélope, ya con desesperanza aún esperanzada
Odiando odiarte para amarte de una forma paroxial
Odiando creer como el sol que jamás yaceré contigo
Odiando saber que vivirás y a mí no me lo deberás
Odiando la vehemencia de estas palabras
Odiando noches en vela esperando que veles conmigo el recuerdo tuyo
Odiando las palabras que le dices a “otro” y no a mí
Odiando que seas tan imprescindible y ni lo sepas
Odiando que estés tan cerca como lejos
Odiando que a veces te quiero a millones de kilómetros y otras…a milímetros
Odiando decir que estoy enamorado y negándolo muy fuerte
Odiando tener celos de aquel al que le depositas tu sonrisa y tu picardía
Odiando que te sea tan fácil olvidarme
Odiando que te sea tan prescindible
Odiando que no ames lo que yo sí
Odiando el dolor que me causas sabiendo que piensas en otro
Odiando que tu cuerpo, tu corazón no sea mío
Odiando esta sinrazón mía que no en días como hoy llora
Odiando que te vayas a Asturias sin mí o con él.
Odiando extrañándote tanto que ni tan siquiera logras imaginar. 
Odiando que llore ahora mientras tú eres justa o injustamente feliz sin mí
Odiando que ignores todo lo que me provocas
Odio obsesionarte y que ni tú ni nadie lo sepas
Odio callar, amordazarme y atarme para no decirte o ir a tu encuentro
Odio este dolor frustrante de amarte
Odio estas lágrimas incesantes, invisibles, incoherentes que tú provocas
Odiando pasar las noches acompañándote y luego pasar a la historia sin ti y sin mí
Odiando odiarte...

Y así me dejas mientras mi patria te recibe con el hombre equivocado.

¿Quién es ella? y ¿Por qué es?

Le gusta las canciones con fondo de violín, pero es fan de un pianista llamado Tomeu. Le tiene miedo a su enfermedad o mejor dicho, al dolor que puede causarle. Es ‘Sabinera’, rockera, rapera y femme fatale. Es muy victimista, un poco obsesiva cuando se enamora, muy contradictoria, rencorosa, extremista en sus sentimientos hacia sus seres queridos (hay que saber amar estos defectos en toda su esencia). Es bella por dentro por su inteligencia, su fuerza, su capacidad de lucha, su dulzura, ternura, por su racionalidad capaz de achantar al más profundo de los sentimentalismos. Es un poco plañidera e hipocondríaca. Es un bellezón por fuera. Nada más que decir además de que es atractiva y físicamente para mí, en mi gusto personal, es perfecta con todas sus imperfecciones. Y conozco casi todos los puntos débiles de su cuerpo aunque nunca me haya dejado tumbarla atacando su debilidad física.


Ella sueña con viajar por todo el mundo como su amiga médica que viaja por todo el planeta. Sueña con crear un Gabinete Multidisciplinar para niños sin recursos. Sueña con un montón de cosas, entre otras, con un hombre que la mire como aquel que miraba a Audrey Hepburn por la ventana en “Desayuno con diamantes”. Sueña con que ese mismo hombre sea un tipo duro pero sentimental, risueño y camaleónico aunque es tan sumamente contradictoria que bien podría irse con alguien que es todo lo contrario o que carece de estas características. Almuerza casi siempre con su abuela, que la mima, le hace la comida y siempre está preguntándose por qué una belleza como ella no tiene pareja formal (y yo pienso que es porque no me quiere). 


Tiene una extraña enfermedad que la hace heroína, y por tanto, mi droga favorita. Le tiene pánico a los aviones, tanto que nunca los coge. Le tiene tanta fobia a volar como al dolor físico, por eso es remisa a cosas como el dentista, aunque vaya a las revisiones. Sus dos talones de Aquiles son, su abuelo de Madrid y aquel pianista, Tomeu. Dos de las claves para que sobreviva y sea feliz.

Es despistada (y mucho), es apasionada en el amor (con quienes no debe a mi entender), soñadora (cada vez menos), indecisa (cosa que no reconoce), a veces jactanciosa (algunos la creen prepotente), a veces miedosa. Se queja demasiado de cosas que hacen que se ahogue ya no en una vaso de agua, sino en una taza minúscula con apenas agua. Es un desastre por cosas como perder un barco, pasarse más de dos días sin dormir y comer...entre otras cosas. 

Tiene una dulzura odiosa, es capaz de provocarte una mutación genética que haga que te aparezca una molécula ABCR y derrita tu sangre tan sólo con una mirada profunda o con una voz cargada de amor y/o ternura. Puede derretir tu sangre en unas pocas palabras que lleguen aunque tú, sabedor de su maldad, intentes soslayarla en un bar en el que acabas hablando toda la noche de ella con dos desconocidos o se te aparece en el mismo bar en la cara y forma de la mujer que estás follando para olvidarla sin ningún tipo de éxito. Es capaz de aparecerte por la calle para hablar contigo en una visión extraña como la unión de los cromosomas 7 y 11. Ella sabe todo lo que sientes y prefiere intentar no hablar de ello de ninguna de las maneras. Ella es esa pastilla que separa los cromosomas 7 y 11 para hacer que la enfermedad pase al estadio de remisión completa, pero no, no es así, y yo estoy enfermo de ella. 

Es una maestra evitando conversaciones incómodas y cambiando de temas. Le encantan los niños hasta el punto de que desea tener al menos uno y porque trabaja con ellos y le provocan esa ternura muy suya que se solapa con su parte más mujer y que a mí me vuelve inútilmente loco. Su trabajo la hace feliz, al igual que sus amigos aunque a veces se sienta sola, nunca lo está y tiene a un buen montón de personas que darían todo por ella, aunque ella eche en falta precisamente a esas dos-tres persona que la hacen sentir...pues "así" en uno de esos días de debilidad. Tiene consigo varias personas que pueden variar en función de la etapa (de 5 a 7). Tenemos a la mujer pasional, la soñadora, la sentimental, la racional, la distante, la borde, la comunicativa, la psicóloga, la displicente, la provocativa, la sexual. Ha sido modelo y es capaz de poner de acuerdo a un buen montón de hombres en cuanto a que es una mujer 10, aunque muchos sepamos que su perfección está en ese 6-7 porque sus defectos (que son muchos), la hace más perfecta que imperfecta en el colmo absoluto no sólo de la contradicción o la incongruencia sino de una entropía que en algunos como yo, genera una total y absoluta negentropía maravillosa y auténtica que nadie, ni ella misma, es capaz de entender.

El día 13 de marzo, exactamente ese día me enamoré de ella. Iba en una guagua desde San Joan hasta Alicante mientras leía un mail suyo y escuchaba “Tengo ganas de ti” de Clara Lago y pensaba pasionalmente todo lo que decía esa canción al tiempo que afloraba toda la primavera del amor, los muros se rompían y sólo quería dejarme llevar por su locura más loca y literamente secuestrarla a sabiendas de que ella se dejaría. Cada noche, antes, me invitaba a dormir en su cama y yo moría cada día de felicidad extrema. 

Esta semana pensé en secuestrarte en mi casa, luego miraba tus fotos al irme a dormir.
Quiero saber cómo eres, saber qué te pasa y por fin que me conozcas y que te enamores de mí...
Todas las noches me acuesto y te busco en mi cama y tú nunca estás, pero sé que mañana
ya nunca podrás olvidarte de mí.
Voy a ser tu pesadilla de noche y de día y tú me dirás, eres toda mi vida; no digas que no, aún no has estado aquí...”


Luego todo cambió hasta el punto de quedarme yo en un pedestal esperando a que ella subiera conmigo aunque la decisión no es mía sino suya y que suba aquí no depende de mí. Pero conozco mil detalles de ella. Ella cree que es muy habladora, pero yo lo soy más, cree que es pasional, pero yo lo soy más, cree que gesticula mucho, pero yo lo hago más. Proyecta muchas cosas suyas en los demás y en mi mismo, para bien pero últimamente para mal.

Nada me satisface más que ayudarla, ser su guía en el tortuoso camino, pero me satisface más escuchar algún día de nuevo una declaración como la que me hizo allá por el domingo-lunes 17 de marzo y que me diga todas aquellas cosas que hacían que mi corazón se retrotrayera a los 7, a los 17 y a los 27 años pensando que el amor ideal, soñador y puro era posible hacia mí.

Me encantaba hablar con ella de temas como la muerte de Hugo Chávez en tono de broma, o de todas las canciones ideales en según qué momentos. Me encantaba hablar de temas banales como Gran Hermano y Mercedes Milá o las zorrascas. Me cautivó al saber que sabía de Geografía y que sabía qué eran los SIGs. 

La admiro, pero no la idealizo, la quiero pero porque quiero quererla no porque la necesite aunque a veces me obsesione, he podido y puedo vivir sin ella (aunque cuando no está la echo de menos). Ella me ha hecho sentir un hombre completo y lleno. Cada semana por todo lo que he contado es como una montaña rusa en la que cualquier cosa puede pasar, desde no hablar en cinco días hasta pasarnos desde el lunes hasta el sábado hablando sin parar de todo o de su tema favorito y que yo detesto (el "otro"). Antes hablábamos de mil cosas en clave de sueño mutuo y compartido. 

Y este es mi homenaje a los cuatro meses que hace que la conozco y que han hecho que me cambie la vida y gire 180º. Un homenaje vacuo, pues durante ese momento estará con otro en mi segunda patria, y yo trataré de no pensar para no morirme de envidia primero, por no estar en Asturias, y de celos después. Pero a estas alturas somos capaces de aguantar en arduo y penoso camino. 

Ella aún no se ha ido de mi vida y yo todavía pretendo llegar a la suya. 

pd: Y aunque haya parecido que he sido cruel, malo, malvado o injusto, aquí tenéis la prueba de que puedo llegar a ser todo lo contrario, posiblemente lo más bonito que le haya escrito a nadie jamás:
http://revolucionhypnostan.blogspot.com.es/2013/04/cosas-que-jamas-te-dire-cara-caray.html