Un partido con prórroga


Cuántas veces se puede equivocar uno. Las elecciones que uno hace. Las sensaciones que uno tiene o deja de tener. En mi cabeza ahora mismo ocurre el siguiente diálogo entre Mike y John:

-Mike: ¡Oh sí, John!, está siendo un encuentro fantástico. Pensábamos que iba a haber una anotación baja pero ambos equipos desde el principio han optado por la técnica y la línea de 6,25 se ha convertido en la protagonista.
-John: Desde luego Mike. Anotación altísima sobre todo para dos equipos que venían con escasa anotación y un rendimiento ligeramente bajo.
-Mike: Exacto John. En el primer tiempo salieron un poco tímidos, pero poco a poco el equipo de casa se ha hecho con las riendas.
-John: Quizá la sorpresa es que lo visitantes hayan aguantado tanto tiempo el ritmo y hayan dado una gran imagen.
-Mike: No lo sé John, estoy seguro de que ellos sí creían en si mismos.
-John: ¿De verdad Mike?
-Mike: Desde luego John. Este equipo iba de tapado y en este encuentro ya se ha convertido en favorito para el título aunque el partido aún no ha acabado.
-John: Precisamente Mike, aún no se ha acabado, esto puede acabar muy mal para los foráneos. Veamos lo que pasa en la última jugada, ¿te parece?
-Mike: ¡Diablos John, puedes apostar tu maldito trasero a que lo estoy deseando!
-John: Ahí vemos como tras el tiempo muerto, y con apenas unos segundos para el final del partido, el equipo favorito, los de casa, llevan una ligera ventaja. El balón le llega al pivot, máximo anotador del encuentro que, pese a estar lejos del aro, se juega el triple y…¡Falla! Ojo al contragolpe. ¡La transición es mortal de necesidad. Ha cogido a todo el equipo en la otra canasta!... Se va a jugar el triple para ganar el partido… Llega su par a taponarle, finta…se mete hasta la cocina.....¡Machaca el aro para empatar el encuentro! Y nos vamos a la prórroga. ¡Qué final Mike!
-Mike: ¡Qué fallo! Sólo tenía que anotar dos puntos más para sentenciar el partido. Había confiado todo en el triple y a la contra ha cogido desprevenido al equipo de casa y se ha asegurado los dos puntos cuando el cronómetro ya no daba para más. Vamos a ver la repetición de la jugada John.
-John: Sí Mike. El triple no entra por poco, el rebote largo lo coge el base, el más pequeño y listo de la clase que acaba machacando el aro. Esto no se lo esperaba el equipo de casa Mike.
-Mike: Efectivamente John. Ya te lo había dicho, este equipo iba de tapado y ha logrado superar un escollo importante para no acabar derrotado. No voy a olvidar fácilmente ese mate y el anterior fallo. Estaba obligado a anotar como mínimo dos puntos para no perder, incluso podía haber cometido una falta el equipo local para que se notasen los nervios en los tiros libres pero han preferido verlas venir. ¡¡Qué partido!!
-John: ¿Qué crees que vaya a suceder en este pequeño descanso Mike?
-Mike: ¡¡Maldita sea John, no lo sé!!. Creo que las fuerzas están muy justas en el equipo visitante que se podría conformar con haber llegado hasta aquí, que ya es todo un éxito. Sin embargo para los locales perder este choque le podría costar no sólo toda la temporada, sino el trabajo de muchos años. Es difícil de predecir.
-John: Creo que los locales deberían provocar posesiones largas y mucha defensa. Si los visitantes no van de farol, no se rendirán y este partido aún podría declinarse de cualquiera de los dos. ¡Difícil pronóstico!
-Mike: Ya lo creo John, ya lo creo. Estamos batiendo récords. ¿Quién se llevará el título? Unos tienen poco que perder, y los otros mucho que ganar. Vamos a ver qué pasa en los siguientes minutos…

No es deporte, ni es un partido, es la vida real y esto es lo que ha sucedido en los últimos días.

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